14.11.07

Conocer

La palabra conocer, del latín cognoscĕre, y éste, a su vez, del griego gnosko alude sobre todo a la relación que une lo ajeno a lo propio para que ocupe un sitio allí. Algo así como si tuviéramos una cuadrícula dentro de nosotros y asignáramos a lo de fuera un lugar en lo de dentro.

Y, sin embargo, no es todo tan sencillo como parece. Eso bien lo sabemos los que tenemos que enseñar y luchamos por que los alumnos se aprendan una definición como modo de entender algo para acabar descubriendo que la definición a veces es más difícil de entender que lo que quiere significar. Siempre creí en la fecundidad de lo que se dio en llamar el aprendizaje significativo que en el fondo viene a decir que nada se comprende hasta que significa algo para él.

Me imagino a Arquímedes pronunciando su famoso eureka al ver la flotación de los cuerpos en el agua, o a Newton con la manzana que le cae sobre la cabeza, o a Hellen Keller que relaciona la palabra agua con el líquido que le empapa un día las manos y entiende el paso de las palabras a las cosas.

O esa intuición por la que un día leemos algo y nos cala tan dentro que ya no podemos olvidarlo porque se ha hecho parte nuestra

Pero no quería liarme con un tratado insoportable sobre lo que significa conocer. A lo que quería aludir únicamente es a la impresión que siempre me ha hecho un determinado significado de la palabra conocer que últimamente me ha invadido tras releer los relatos bíblicos sobre David y Abisag sobre los que escribí últimamente. La palabra hebrea yada conocer se emplea como sinónimo de tener relaciones sexuales cuando dice que David no conoció a Abisag.

Incluso el diccionario de la RAE en su sexta acepción de conocer dice:

6. tr. Tener relaciones sexuales con alguien.”,

seguramente recogiendo el significado bíblico de la palabra.

No sé si será una peculiaridad de una cultura que en esa época asigna al corazón el lugar del conocimiento y a las entrañas el del sentimiento o bien que en realidad hay algo dentro de la naturaleza humana que otorga a la comunicación sexual el papel más relevante en el conocimiento mutuo. Quizás sea el éxtasis que a los místicos les abría el conocimiento de la divinidad o el orgasmo por el que durante unos instantes una persona se derrama dentro de la otra y las dos se saben uno.

No estoy muy seguro de que todo conocimiento profundo no sea algo así como una cópula por la que lo que está fuera viene a formar parte de lo que está dentro.

A veces viene a suceder que uno se excita demasiado leyendo, hablando o escribiendo. Algunas religiones o concepciones de la vida consideran esto pecado o desviación.

A mí siempre me ha parecido la fuente más excelsa de conocimiento.

Y tanto más cuanto más le cuesta al cuerpo con el paso de los años.

24 Comments:

Blogger Maitena said...

pues yo...te conozco en la 4ª apreciación y te entiendo... por esas cosas de la edad.

Besos con conocimiento

14/11/07 6:46 a. m.  
Blogger Chalá perdía said...

Comprendiendo y a veces no entendiendo (por esas cosas de la edad supongo ¡esa Amp!) tus reflexiones sobre el conocer, he recordado mi última confesión: el cura me preguntó que si había conocido...y yo no sabía a qué se refería...al rato de divagar ya lo entendí y seguí haciéndome la tonta hasta verlo ponerse colorao...a ti te lo voy a decir guarro!!!.Pensé...

Sobre el conocer intuitivo, ya se sabe, cuanta más piel se toque más conocimiento, por eso me voy ahora mismo a recolectar legumbres varias a ver si mis chicos al verlas y tocarlas pueden descubrir que las legumbres son cosas que no nacen en el plato...y ni por esas.

Besos sin conocimiento.

14/11/07 7:02 a. m.  
Blogger mia said...

Del maravilloso libro de Eduardo Galeno a quien tanto me recuerdas en este post
"Ventana sobre este libro

Una mesa remendada, unas viejas letritas móviles de plomo o madera, una prensa que quizás Gutemberg usó: el taller de José Francisco Borge en el pueblo de Bezerros, en los adentros del nordeste del Brasil.

El aire huele a tinta, huele a madera. Las planchas de madera, en altas pilas, esperan que Borges las talle, mientras los grabados frescos, recién despegados, se secan colgados de los alambres. Con su cara tallada en madera, Borges me mira sin decir palabra.

En plena era de la televisión, Borges sigue siendo un artista de la antigua tradición del cordel. En minúsculos folletos, cuenta sucedidos y leyendas: él escribe los versos, talla los grabados, los imprime, los carga al hombro y los ofrece en los mercados, pueblo por pueblo, cantando en letanías las hazañas de gentes y fantasmas.

Yo he venido a su taller para invitarlo a que trabajemos juntos. Le explico mi proyecto: imágenes de él, sus artes de grabado, y palabras mías. Él calla. Y yo hablo y hablo, explicando. Y él, nada.

Y así sigue siendo, hasta que de pronto me doy cuenta: mis palabras no tienen música. Estoy soplando en flauta quebrada. Lo no nacido no se explica, no se entiende: se siente, se palpa cuando se mueve. Y entonces dejo de explicar; y le cuento. Le cuento las historias de espantos y de encantos que yo quiero escribir, voces que he recogido en los caminos y sueños míos de andar despierto, realidades deliradas, delirios realizados, palabras andantes que encontré —o fui por ellas encontrado.

Le cuento los cuentos; y este libro nace."
Besos sin palabras.......

14/11/07 10:18 a. m.  
Blogger mia said...

"En lengua guaraní, ñe'~e significa "palabra" y también significa "alma".

Creen los indios guaraníes que quienes mienten la palabra, o la dilapidan, son traidores del alma."
"Javier Villafañe busca en vano la palabra que se le escapó justo cuando iba a decirla¿Adónde se habrá ido esa palabra que tenía en la punta de la lengua?

¿Habrá algún lugar donde se juntan las palabras que no quisieron quedarse? ¿Un reino de las palabras perdidas? Las palabras que se te fueron, ¿dónde te están esperando?" _Porque hoy me recuerdas tanto a Eduardo Galeano.
Besos de
Mía

14/11/07 11:20 a. m.  
Blogger Enrique Sabaté said...

Qué jugoso termino el de conocer, me quedo con la última acepción: la del conocimiento carnal; no se conoce hasta que se interioriza.

Salud.

14/11/07 1:20 p. m.  
Blogger Leuma said...

Ufff, voy a darme una ducha fría que aprender hoy tanto sobre la palabra conocer me ha puesto como una moto!, y es que es verdad, aprender excita y esa metáfora de penetrar en nosotros mismos algo que desconocíamos es muy buena, :)

Un beso

14/11/07 2:34 p. m.  
Blogger Margot said...

El chispazo que provoca el llegar a entender algo, el conocimiento cuando se nos abre a algo desconocido que intuiamos pero se nos escapaba... es lo más parecido a un orgasmo que he sentido nunca. No sé si la RAE y su significación biblíca se referirá a los mismo, me temo que no, pero a mí me cuesta diferenciar el conocimiento en carnal o mental. Cada uno en su momento, por supuesto, pero las sensaciones muy parecidas...

Tendré unas neuronas muy golfas? jajajaja

Besote, Ybris, siempre aprendiendo de ti.

14/11/07 5:10 p. m.  
Blogger Sangre said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

14/11/07 7:07 p. m.  
Blogger Sangre said...

...Conocer, una acepción que soslaya el mero hecho de la presentación, del encuentro, o de un mero intercambio de palabras.
Y que interesante constatar cuan errónea es la utilización de ese término en la actualidad...
Por supuesto que cuando alguien nos pregunta: " ¿Conoces a fulano o a perengano?..." todos nos apresuramos a decír: "Ahhh...siiii...patatin o patatan...etc" y la realidad es que nos lo presentaron un día de casualidad y ni nos acordamos casi de él, es decír, no conocemos a esa persona para nada...
Me quedo con la acepción antigua del término, por cuanto "conocer" implica en mi caso particular, un hecho más cercano a la intimidad en una relación interpersonal, aunque no rayando el orgasmo (tendré que estudiar esa vinculación...jeje), pero si más cierto de lo que implica una mera presentación o un breve intercambio de vocablos, sin trascendencia.

Como de costumbre, me haces pensar querido profe...

Un Fuerte abrazo.
Carlos

14/11/07 7:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Parece que no es casual la procedencia o etimología de las palabras. Cuando nos aproximamos a ellas, éstas se explican, nos explican lo que son y lo que representan; conocer hace referencia, como dices, a lo ajeno y a lo propio,se produce ahí una fusión, ¿"cópula"? entre nuestra mente y lo adquirido;algo nuevo está en ella que antes no teníamos y esto, desde luego produce gozo; algo nuevo ha sido "concebido", de nuevo encontramos la similitud con lo corporal, matérico y hasta erótico.

El "concepto" es el resultado de esa concepción, nuestra mente o intelecto ha "gestado" una nueva idea.

Si además este proceso se hace de forma "significativa", el protagonista del aprendizaje siente que está construyendo él mismo, no reproduce, elabora.

Esa connotación carnal del término conocer tiene su sentido también, pienso, pues conocer no lo es del todo si no nos "apropiamos" del objeto de conocimiento o del sujeto, si no nos fundimos con él.

Uy, me parece que me estoy enrollando, disculpas pido, pero el conocimiento siempre ha provocado mi admiración.

Un fuerte abrazo.

14/11/07 9:44 p. m.  
Blogger Carz said...

Para mí, y en el contexto en el que haces gravitar la palabra, conocer es apreciar la herida por su causa.

Un abrazo.

14/11/07 9:50 p. m.  
Blogger Fernando said...

penetrar en el conocimiento del otro, aprehender de las cosas y que eso se quede impregnándonos de lo sutil ...es algo difícil de explicar...pero es tan natural como la lluvia...nos moja y nos impregnamos de su humedad...la sentimos...abrazos.

15/11/07 8:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Encantada de conocerte! una y mil veces. (Rae2, 5ª acepción, que la 4ª sería repe).

15/11/07 10:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

sí, yo también me sumo a ese conocimiento profundo, de unión entre lo que está dentro y lo que viene de fuera

thirthe

15/11/07 1:39 p. m.  
Blogger libertad said...

..."como una cópula, lo que está fuera viene a formar parte de lo que está dentro...". Es verdad, nunca lo había visto así, y tienes mucha razón. Excita aprender, leer, escribir, conocer. Es un proceso de afuera a adentro. Y luego de dentro a afuera (o debería serlo al menos, en el mejor de los casos). Me ha encantado leerte. He tardado demasiado en volver a pasarme por razones de logística y no sabes lo que echaba de menos leerte. Me pongo al día.
Un beso fuerte
Gracias siempre

15/11/07 6:55 p. m.  
Blogger Xiketä said...

En resumidas cuentas..."conocer" cosas, personas, experiencias, lugares, sentimientos, a uno mismo,etc. Todo esto parece que se trata de la vida misma, constantemente conocemos algo nuevo, y eso a veces nos deja buen o mal sabor de boca, pero de eso se trata...
Un abrazo
Me gusta conocer personas como tu!

15/11/07 7:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un orgasmo neuronal o algo asi ¿no?

15/11/07 9:22 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Una reflexi�n muy interesante. A m� siempre me fascin� esa respuesta de la virgen Mar�a al arc�ngel san Gabriel cuando le anunci� que ser�a madre: "�Y c�mo ha de ser esto, si no conozco var�n?". Hay en ese verbo "conocer" una dimensi�n de "experimentar", vivir de manera directa. Y tambi�n esa sensaci�n de que en la relaci�n sexual hay un "conocer" diferente y profundo, quiz� transformador. Besos y hasta pronto.

15/11/07 11:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

je je, Isabel, ¡qué bueno!

me permito decírtelo, Un abrazo!
Pero, ¿cómo dudar de las "certezas" de la fé?, je je

Tu blog es una maravilla.

16/11/07 11:13 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dado el pavor que le daba a los de la religión tanto el "sexo" como el "conocimiento" ... normal que los relacionaran: ambos son el demonio. ;)

16/11/07 5:16 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Ay de ti....si yo te hubiera conocido!!!...;) y Ay de mi, si algún día nos ignoramos!!!


Olimpia.

17/11/07 2:03 a. m.  
Blogger UMA said...

Estoy màs con el aprendizaje significativo, con la empatìa...conocer? creo que cambia segùn quièn es el que dice conocer :)
Un besote regresando.

18/11/07 3:31 p. m.  
Blogger UMA said...

Ah, con respecto a las relaciones sexuales, no siempre se conoce a quien se folla y viceversa:)
Si bien en una relaciòn se puede intimar, tambien se puede intimar sin relacionarse sexualmente.
Ay, Ybris que recièn me despierto y eso del reloj biològico...
jaja
Besos

18/11/07 3:33 p. m.  
Blogger manuel_h said...

y si es una desviación o un pecado, hay que reconocerles a las religiones también ese conocimiento, el de los pecados.

18/11/07 9:04 p. m.  

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