7.11.07

Abisag (2)

No es indiferente la vida que ve Abisag cernirse sobre su bello cuerpo. Ella, esclava de esa costumbre abominable en la que nada cuenta de sus deseos o de sus esperanzas, amanecerá día a día suplicando al destino por que su padre, su rey o sus tutores no tengan para ella otros designios que los que pudieran satisfacer sus ilusiones.

Pero el hado no le es muy propicio como suele suceder a las grandes bellezas que aún no han sido pasto del deseo de posesión de los poderosos.

Amanece un día en que todo se ha desmoronar para la vida que tímidamente Abisag ha montado en las noches de desvelo como secreto ardor para su cuerpo apenas despertado.

De parte del rey David ha resultado elegida por su belleza no mancillada aún para servirle. Oscuros presentimientos se agolpan sobre su espalda para derribar de un plumazo el resto de su vida soñada en libertad.

Pero no podrá resistirse a su destino y comprende que desde ahora será propiedad del anciano rey que podrá añadirla a su ya larga lista de concubinas. Ella, que en sus más secretos sueños había imaginado el ardor entregado de quien no sólo la tomara sino que también se le diera, el placer inmenso de ser explorada mientras exploraba o el ardiente fuego del placer compartido, se ve conducida hacia el lecho real con la única posesión de su doncellez y su hermosura que ha resultado ser el peso insoportable de su vida derribada en flor.

Su cuerpo no tiene más que una piel de resignación sobre la inmensa indiferencia de los designios de David sobre ella. Como quien resulta ajena a su propia existencia se hace a un lado para que el rey ocupe el sitio ya entibiado de la cama y deja que se arrime y la abrace.

Ella aprieta los dientes mientras teme una insoportable agresión que le haga odiar todo lo que en sus sueños había amado. Pero nada de eso sucede. David parece distante en sus pensamientos y explora su cuerpo como quien desea sólo calor y compañía.

Abisag se deja hacer cuando ya comprende que su papel es sólo de una indiferente, lejana y anónima compañía que siente en su piel únicamente recuerdos y nostalgias.

Las manos del anciano se aquietan en sus pechos mientras el resto del cuerpo busca una paz acurrucada que seguramente no tiene en su pensamiento ya ajado por la vida.

Ella a la que tan poco se le ha dado disfrutar de la vida deja deslizar en su cuerpo expropiado los sueños que quizás pueda aún realizar con otro cuerpo que acaso le esté esperando en un rincón perdido de su camino.

Mientras el sueño la vence bajo el contacto de David. Las manos y el cuerpo cansados que la oprimen se transforman en las de alguien aún desconocido que la toca como quien pregunta.

Y ella, entonces, aprieta sus piernas con su mano inquieta entre ellas mientras contesta casi con la fiereza del desconsuelo:

“Sí, sí”

20 Comments:

Blogger Chalá perdía said...

Anda!!!me parece que en una de esas el rey David no podrá resistirse...jeje.

En serio, me parece que estos dos acabarán entendiendo las sensaciones de ambos, las compartirán y tendrán una relación un poco especial, pero muy intensa.

Besos.

7/11/07 7:00 a. m.  
Blogger Sofía B. said...

Si las monjas nos lo hubieran contado así habríamos estado mucho más atentos.
:o)

7/11/07 7:22 a. m.  
Blogger ybris said...

Carz pidió ecuanimidad en la consideración de la postura de la sierva.
Lo he intentado.
Pero seguramente fue mucho más triste.
Sobre todo después de que el complot de Adonías contra Salomón no se salió conla suya tratando de casarse con Abisag.
De todas maneras quizás el triste futuro de la sierva concubina quedó asegurado.
Quiero pensar que encontró amor por alguna parte.

7/11/07 8:55 a. m.  
Blogger Mamen Alegre said...

Yo también deseo pensarlo.

Deseo un final feliz para ella y para todas las Abisag del mundo.

Un beso, Ybris.

7/11/07 9:51 a. m.  
Blogger Luisamiñana said...

O quizás no, Ybris.
Tu relato es una muy bella forma de contar el destino de muchas mujeres a lo largo de la historia, sin que ni siquiera aquel a quien se la entragaba fuera un anciano. Por varias razones, ¡cuántas mujeres no han alcanzado ni siquiera a vislumbrar el placer en su cuerpo, o a sentirse queridas y deseadas por ellas mismas! La historia está llena, y no hace mucho tiempo.

7/11/07 9:51 a. m.  
Blogger Carz said...

Hay que empezar a negar la igualdad entre seres humanos, a negar que todas las vidas valen lo mismo, que su asesinato será igualmente perseguido... es una falacia que nos venden los legisladores porque dependen de nosotros aunque sirven a otros intereses, pero es sólo una falacia. Que lo que es un hecho sea ley, a ver si se nos cae la cara de vergüenza al verlo explicíto.

No todas las vidas valen lo mismo, no todas las torturas son igual de execrables... el mundo es hostil, lo ha sido siempre y lo sigue siendo y nos venden la idea de que estamos en un burbuja de paz sencillamente para que no hagamos nada frente al negocio de los violentos.

Como decía Silvio en "El necio",

"La necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio".

Un abrazo, un tanto exaltado.

7/11/07 2:29 p. m.  
Blogger Leuma said...

Es curioso como el don de la belleza puede convertirse en una trampa al ser deseada por otros, en este caso con la triste existencia de la esclavitud y sumisión a los deseos de un rey, un beso

7/11/07 3:25 p. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

Muy buen relato Ybris, pero me quedo con este estracto:

"Ella a la que tan poco se le ha dado disfrutar de la vida deja deslizar en su cuerpo expropiado los sueños que quizás pueda aún realizar con otro cuerpo que acaso le esté esperando en un rincón perdido de su camino."

Me quiero ir con la esperanza de que el amor ya le iba a llegar.

Besos

7/11/07 5:41 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

NO basta el "sí, sí"..
...Sigue...


Olimpia.

7/11/07 11:26 p. m.  
Blogger Sangre said...

...Felíz cumpleaños querido amigo, sé que llego tarde pero alguien dijo una vez: "mas vale tarde que nunca", y desgraciadamente he estado algo ausente por diferentes y mundanos motivos, de este mundo virtual.
Puesto al día con todos tus escritos, me han asomado las lágrimas con alguno, y me refiero al de mirar sin ver...
yo que aún estoy a poco mas de la mitad de tu camino recorrido, comienzo a aprender humildemente a contemplar extasiado, a veces con los ojos que no tengo, las bellezas que rodean al que las quiere observar...

Un fuerte abrazo como siempre y un deseo sincero como cuando eramos niños, de que cumplas muchos más.

Carlos

7/11/07 11:43 p. m.  
Blogger Angeles said...

He regresado de mi retiro.
Y he volado a darte las gracias por tus mensajes, tu espera y tu paciencia.

El cariño siempre se siente.

Poco a poco me pondré al día con todo lo que he dejado en espera.

Mi abrazo.

8/11/07 2:23 a. m.  
Blogger Maitena said...

Ayer ya sabía la respuesta pero no quise dejártela, quería ver las opiniones de tus lectores, aunque coincido con alguna de ellas, la de Luisa y la de Carz, yo siento tristeza por el anciano, tristeza por la perdida de deseo y por el frío que se agolpa en el sentir.

Besos Ybris

8/11/07 7:25 a. m.  
Blogger Margot said...

En un mundo de siervos y reyes el precio del calor sube y siempre es mayor para el que menos tiene. La historia lo demuestra, tus palabras también y podrían estar en boca de casi todas las mujeres que durante siglos no tuvieron ni decisión, el peldaño más pequeño de las posesiones propias.

Me dejas que me lleve el relato?

Un beso!!

8/11/07 11:01 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Naturalmente, Margot. Lo que dejo por aquí ya no lo considero mío sino del lector que quiera aprovecharlo.
Que tú te lo lleves es un honor para mí.

8/11/07 11:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Abisag suplicando libertad, ser dueña de su vida, ser ama de sí misma. Abisag cediendo su espacio, su cuerpo, su calor a David que también es preso de algo, quizá de la nostalgia, del recuerdo de otro cuerpo al que amó, nostalgia de un tiempo pasado.

Los dos se hallan solos ante el otro, anhelantes por igual de un placer compartido; con la certeza, quizá, de su imposibilidad.

Abrazos

8/11/07 2:21 p. m.  
Blogger thirthe said...

entro y me inspiro...

8/11/07 10:15 p. m.  
Blogger Fernando said...

si encontramos la luz, els endero de la dicha , hasta el rey David encontrará la libertad...abrazos.

8/11/07 10:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ambos me dan pena: ella por perder toda una vida y él por no lograr disfrutarla.

9/11/07 9:12 p. m.  
Blogger Insanity said...

Totalmente de acuerdo con el coment de Olimpia.

Bellísimo post, sí señor! Más allá de las palabras algo implícito en ellas se me queda recorriendo por dentro como un proyectil de chocolate medio-amargo (que es el que me gusta)

10/11/07 3:10 p. m.  
Blogger manuel_h said...

qué interesante esta forma de contar la historia desde los dos puntos de vista

11/11/07 12:37 a. m.  

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