23.1.08

Hitos de la vida


Cuando uno se hace mayor y mira hacia atrás se sorprende de los hechos y momentos que recuerda. Quizá, en verdad, uno haya quedado alguna vez impactado por lo sublime, pero la mayoría de las veces son momentos triviales los que se le han quedado grabados.

No hay leyes para los tales recuerdos, no existe la gran sorpresa en ellos , no son heroicos ni relevantes. Parece como si lo que los ha hecho perdurar en la memoria hubiera sido su virtualidad de mitificación o su acoplamiento a nuestra concepción de la vida bien como norma, bien como excepción.

Es curioso que, tras una dilatada fase de mi vida como estudiante, no recuerde especialmente a los profesores que mantuvieron la ley y el orden e impusieron trabajos, deberes y disciplina sin desmayo y sí de aquel que bromeaba por los pasillos agarrándonos del cuello mientras proclamaba: “¿Lo ves? Podría matarte y no te mato. Luego me debes la vida”. Su clase de ciencias distaba mucho de parecerse a los estrictos santuarios del saber que eran las otras asignaturas. Allí reinaba el metódico desorden de los experimentos con aparatos polvorientos (“¡No ose tocar ese polvo! Es polvo científico”). Allí se podía uno encontrar con la sorpresa de que, tras haber sorprendido a un adicto al fútbol escuchando en clase la retrasmisión de un partido con una radio de galena al uso, le acabó recriminando su actitud… por usar un aparato rudimentario. Acto seguido, sacó un receptor que llevaba en el bolsillo que usaba un detector fijo de germanio y unos auriculares más modernos y le dijo: “En castigo por usar antiguallas le condeno a retransmitir el partido para todos” Y le obligó (poco tuvo que insistir, es verdad) a radiar para todos desde el sitio del profesor lo que iba escuchando con su radio. Sus exageraciones eran tan escandalosas que hasta nuestros doce o trece años se resistían a darlas como medianamente aceptables, pero lo cierto es que tenía una adorable y simpática mentira para cada ejemplo que quería ponernos. De vez en cuando nos “electrocutaba” a toda la clase agarrados de la mano con una descarga del carrete de Rumkorff del laboratorio mientras se ponía él el primero para demostrar su capacidad de aguante.

Tal debía ser también la percepción de aquellos alumnos de Preu con quienes hablaba en 1965 durante mis primeros años de lidia en esta ingrata labor docente que ya estoy a punto de acabar. Con escasa diferencia de edad entre ellos y yo me contaban las hazañas de “Miguel, el guarro” que gustaba de tirar su chaqueta al suelo alegando que no la tiraba sino que no había percha donde la ponía y que sostenía que no soportaba las pijaditas y prefería que le hicieran un putada gorda. Igualmente aludían a una especie de ruleta rusa a que jugaban con el profesor de religión –famoso por calificar los ejercicios escritos sin leer más que el principio y el final- consistente en intercalar insultos y obscenidades en los exámenes para constatar que nunca se daba cuenta.

Sí, así vienen a ser las cosas. Pásese usted toda la vida aprendiendo y enseñando sublimes contenidos y consiga básicamente poco más que recordar y ser recordado por el lado amable de las sonrisas provocadas.

A veces, cuando al cabo de los años te encuentras con alguno de tus antiguos alumnos y pasas por los recuerdos de los años compartidos te asientas en la convicción de que más has influido –si acaso- por lo que fuiste que por lo que enseñaste.

34 Comments:

Blogger Margot said...

Casi siempre nos queda grabado lo trivial, tienes razón, y no tanto aquello que nos gustaría como sublime o significativo. Pero es que me da a mí que lo entrañable es lo que se nos queda realmente pegado a la memoria y esto tiene mucho de anecdótico y divertido y menos de seriedad o relevancia...

Piensa que los alumnos se tiran estudiando demasiados años... jajajaja. Pero sea como sea de lo que estoy convencida es que más de uno te recordará con cariño por quien fuiste, por quien eres.

Un beso madrugador!

23/1/08 7:28 a. m.  
Blogger Eryx Bronte said...

Te noto muy de recordatorio amigo..ánimate que el invierno se ira pronto y después seguirás dando mal.Abrazos.

23/1/08 7:45 a. m.  
Blogger Chalá perdía said...

Lo trivial, lo bueno, lo malo; recuerdos repartidos por la geografía de la vida. Recuerdo con cariño a los buenos profesores (alguno hubo) y con cierto rencor a los malos, más bien a los psicópatas enfermos. En ambos casos me gustaría un cierto encuentro, a todos ellos les diría ahora algo ahora que estoy a la altura de sus ojos.

Seguro que has sido un buen maestro y una persona de las que se recuerdan para bien.

23/1/08 7:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Veo que compartimos profesión, y seguramente neuras, algunas emociones y más de una decepción... me alegro.

23/1/08 8:12 a. m.  
Blogger Juansintierra said...

Retener en la memoria la luz que incendió nuestra mente y nos hizo amar unas asigantura y en sud efecto odiar otras...

Abrazos


J.

23/1/08 8:38 a. m.  
Blogger mia said...

dicen los entendidos

de quienes he aprendido lo mío

que el registro de las emociones

se se hace según impactos,

momentos que en ciertas

personas no causa nada

en otros se graban para siempre

Así definen la memoria lejana

y la inmediata...cuando la lejana

nos viene con frecuencia

es cuando al final del viaje

porque es de donde se abarca

mejor el paisaje...

Los recuerdos selectivos,son otros

más exquisitos,definidos

y en ellos juegan gratitud y

nostalgia,deja que te asalten

los banales,que aún eres joven

aunque te atormenten los años...

precioso recorrido que compartes

deliciosamente al escribir!

Gracias,y besos

23/1/08 9:11 a. m.  
Blogger Laura Escuela said...

jje si, lo entiendo bien... yo recuerdo mucho más fuerte y con más cariño a quienes fueron "personas" con nosotros y se preocupaban mínimamente por que nos fuera bien, que a los grandes enseñantes de contenidos. Cuando -una o dos veces- se ha dado el caso de que el mejor transmisor de conocimientos ha sido de las mejores personas, es un orgullo enorme el que se siente por haber tenido la oportunidad de pasar por sus manos.
Un abrazo grande, ybris

23/1/08 9:38 a. m.  
Blogger Isabel Martín said...

son curiosos los recuerdos.
y hay que ver cuánto más aprendimos con aquellos profesores que no daban la lección, sino lecciones de vida.
recuerdo a la profesora que me enseñó a leer. era la profesora de literatura de segundo de BUP. nos repartió a todos una hoja con 10 ejercicios. el primero decía 'escribe tu nombre y apellidos', continuaba con un montón de curiosos ejercicios "cuenta de 1 a 10 en voz alta, levántate de tu asiento y grita tu nombre, dibuja un elefante,...". allí nos veías a todos los alumnos haciendo el mono... al llegar al ejercicio número 10 ¡sorpresa! "contesta solo a la pregunta nº1".

a veces las cosas más sencillas y triviales son con las que más se aprende.

me hubiera gustado tenerte de profesor, estoy segura que estarías ahora en algún lugar de mi memoria.

23/1/08 11:33 a. m.  
Blogger Isabel Martín said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

23/1/08 11:33 a. m.  
Blogger Diego said...

En las cumbres de tus recuerdos queda por lo menos una sonrisa, triste, nostálgica, pero sonrisa.

Abrazos


Diego

23/1/08 3:07 p. m.  
Blogger Eva said...

Pero es bueno que entre la marea de datos recordemos a las personas.

La labor del profesor está tomando importancia cada día, sobre todo, desde que en la escuela se tratan de llenar las carencias de educación que hoy en día no llevan a cabo los padres.

Estoy segura que tus alumnos te recordarán con mucho cariño. Debe de llenarte de satisfacción el pensarlo.

23/1/08 3:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Quizá lo que aprendemos queda en nosotros y no tenemos intención de "pagar canon" porque lo sentimos universal; por eso seguramente desestimamos el conducto.
Pero puede resultar muy muy bueno haber pasado por las vidas de los demás como persona, y eso no es nunca una anécdota.
Un maestro no es un libro, ni un atlas sino una persona que vive y enseña.
Estoy segura de que has conseguido llenar los recuerdos de tus alumnos con buenos momentos. Segura.

23/1/08 3:22 p. m.  
Blogger Mamen Alegre said...

¡Cómo disfruto leyéndote!
No podría poner aquí, a quienes recuerdo yo, pero te aseguro que eran muy parecidos a los tuyos.
No sé donde he leído o escuchado, que es más fácil recordar el rostro de alguien sonriendo que el de alguien serio. Si esto tiene alguna explicación científica, que seguro que la tiene, debe de ser la culpable de que recordemos a estos profesores tan "nuestros" (porque yo los llevo conmigo en un rincón de mi corazón)

Besos.

23/1/08 5:34 p. m.  
Blogger Tristancio said...

Hay recuerdos que son como un regalo... para el que recuerda y para quien es recordado.

Saludos y más saludos.-

23/1/08 9:07 p. m.  
Blogger Dardo said...

Pero qué a gusto se te lee, querido Ybris. Me has hecho rememorar a mis profes preferidos. Y es verdad que es muy importante lo que fuiste. Es que si los alumnos no ven coherencia entre lo que se dice y el que lo dice, entonces no hay nada que hacer. Sobretodo en materia de valores.

No estoy tan seguro que sea precisamente "trivial" de lo que hablas. Crear una buena atmósfera es fundamental. La clase va como la seda. Como haya malos rollos es insufrible para todos.

Un abrazo.

23/1/08 10:50 p. m.  
Blogger manolotel said...

Curiosa selección, es verdad. Es lo que hay. La vida de estudiante pasa demasiado deprisa como para que seamos conscientes de algo más que las anécdotas llamativas. Podríamos recordar canciones publicitarias de tiempos pretéritos y en cambio olvidar el nombre de las personas con las que convivimos varios años en el asiento de al lado en el colegio, o, en el Instituto.

Enhorabuena porque estás llegando al final de una de las aventuras de tu vida y te esperan nuevas y apasionantes elecciones en este nuevo ciclo. La expectativa de un nuevo proyecto, siempre es una inyección de vitalidad. Hay que intentar disfrutarlo desde el principio.

...Y además está Internet.

Un abrazo amigi Ybris.

24/1/08 2:12 a. m.  
Blogger Insanity said...

Leo, visito blogs, enfin ;) A veces no comento explícitamente y sin embargo estoy contigo y con los demás amigos y amigas que por aquí encontré y que me han brindado (y me brindan) enseñanzas indescriptibles, muchas veces más por lo que son que por lo que dicen.
Sabes, Ybris? Ahora, por ejemplo, lo único que desearía hacer, es ver una película con vos "Baraca" (que posiblemente ya las viste), que no me acuerdo si es con K o con C (terrible despiste para ciertas cosas tengo, lo sabes). Quieres verla conmigo? Podríamos invitar a otros amigos y amigas de la red y verla juntos, es un peliculón, una bella obra, querido Amigo nuestro (no debo ser egoísta y decir "querido Amigo mío, verdad?).
Aceptas?. Bueno, también podemos oír la banda sonora de "Memorias de una Gheisha" (no recuerdo si se escribe así).
Sabes, Ybris?, generalmente no entiendo muchas cosas que leo, veo u oigo, parezco (y soy) muy lerda ante infinitas cosas, de veras, créeme. Pero de repente se me ocurren ciertas cosas que, no las pienso demasiado no me comen la cabeza y me hacen feliz, como compartir música, películas un paseo al aire libre, entre otras por el estilo :)
Un abrazo, corazón; es muy grato vivir en medio a la sencillez y compartir momentos así con cualquier persona que no se parta la cabeza pensando "Y ésta? por qué me invita a cosas así?, querrá algo a cambio" "Mmmm...me deja desconfiado/desconfiada".
Estoy mejor, Ybris, sanando, y eso es lo mejor que me puede ocurrir, además de sentirme alegre de poder compartirlo.

Vemos la peli? :) O sugerís otra?

In

24/1/08 6:27 a. m.  
Blogger Insanity said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

24/1/08 6:30 a. m.  
Blogger Maitena said...

Me tendré que sentir frustrada? no tengo profesores que recordar, solo una maestra que se empeño en enseñarme a poner tildes, algo a lo que mi cabezonería se negaba...y sigue negándose.

Besos mañaneros, ya despunta el sol, los días son mas largos, se nota que la primavera pide paso por el este

24/1/08 7:25 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desd mi punto de vista el mejor maestro es el que enseña a pensar, a buscar la información que puedas necesitar, el que te insta para que luches por aquello que deseas, el que te ayuda a crecer.
Un maestro puede decirte que dos y dos son cuatro, en el mejor de los casos le olvidarás, en el peor no te acordarás de sumar.
Las bases de datos no son útiles si no se gestionan adecuadamente. Algunos se limitan a reproducir de forma oral una enciclopedia, eso no tiene mucho mérito. Hay adictos a la lectura que no saben gran cosa, hay lectores "medios" que aprovechan lo que leen.
Besos

24/1/08 10:21 a. m.  
Blogger Leuma said...

Los profesores , a menudo, enseñan mucho más que su materia, esa forma de "estar" en la vida, el humor, la ventana al conocimiento, la curiosidad,...ese profesor de ciencias era cuanto menos original y divertido, y el de religión...bueno, tb hay muchos así, posiblemente memorizamos aquello que ha llamado nuestra atención por algún recuerdo ya previo en nosotros donde enlazarlo. Me gusta tb esta doble visión de tu post, como alumno y como profesor, un beso

24/1/08 11:33 a. m.  
Blogger Xiketä said...

Si te sirve de consuelo, Ybris, no siempre es asi.
En toda mi época de estudiante, he tenido profesores de todas clases (y te lo digo de verdad), desde el que nos insultaba y faltaba el respeto, hasta el que se empeñaba en enseñarnos inglés con su muñeco de Batman en mano, hasta el que nos pedía un trozo del bocata del almuerzo...en fin, algún que otro excéntrico.
Pero sin duda, de los que nunca me voy a olvidar, es de los tres profesores que más pasión ponía en sus clases. No eran clases divertidas, ni liberales, no. Eran clases con disciplina, pasaban enseguida, absorvías todo lo que decían con la boca abierta, nunca he aprendido tanto como en aquellas clases de historia del arte, historia de la indumentaria, vanguardias...
Esos fueron los profesores que más me han marcado, y lo que siento por ellos es...simplemente admiración.
Besos

24/1/08 12:29 p. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

Es así :)

A los alumnos, creo que a las personas en general nos queda del otro lo que fueron, lo que significaron siendo absolutamente ellos en toda su magnitud, que trasmitiendo un conocimiento.

No sé, ahora pienso en mi profesora de piano y la pobre debe haberme dado infinidad de conocimientos durante mas de 10 años y lo que recuerdo de ella son sus uñas eternamente mal pintadas, el aroma de su casa en invierno, una mezcla de hojas de eucaliptus y limón, la recuerdo solfeando alegremente mientras yo tocaba algún ejercicio, ella lo hacía para acompañarme sin saber lo nerviosa que eso me ponía.

Ya ves, era una profesora excelente y yo recuerdo de ella esos detalles nimios, pero que hacían que yo desde mi infancia la quisiera y le temiera tambien (cómo no morir de miedo cuando se sentaba toda seria y decía, es día de lección, te escucho. Ipso facto empezaba a temblar, jajaj luego se me pasaba el susto, es que las dos nos olvidábamos que era lección y aquello se volvía un juego).

Mirá a dónde me llevaste con tu "Hitos de vida"

Besos y gracias :)

24/1/08 12:37 p. m.  
Blogger Patricia Cruzat Rojas said...

Creo que lo que fuiste es lo que ahora eres, todo es una suma de recuerdos y vivencias triviales y profundas...todos nuestros recuerdos, son nuestra herencia.

Mas de alguno te recordará a ti como a más de alguno olvidarás tú.

Yo vivo recordando mi niñez...será porque no quiero olvidarla.
me entretuve mucho leyéndote...
CARIÑOS
pATY

24/1/08 7:48 p. m.  
Blogger irene said...

¡Qué misterios tiene la mente!, a veces se recuerdan cosas aparentemente insignificantes, pero creo que no deben serlo tanto, si te han dejado una huella, un recuerdo.
Yo sólo recuerdo, con cariño, a las profesoras que fueron amables, comprensivas, cariñosas, con independencia de lo que hayan podido enseñarme.
Admiro enormemente vuestra profesión, me parece la más gratificante y a la vez la más difícil y ardua. Yo no sería capaz.
Un abrazo.

24/1/08 11:47 p. m.  
Blogger DaliaNegra said...

Creo que se recuerdan momentos en los que se producen correntadas de comunicación.No importa tanto el contenido sino la sensación del momento.¿Unión,tal vez?O puede que el término más acertado sea el que dice mi querida lagartija...entrañable.
Besos,amigo***

25/1/08 2:59 a. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Y te extraña?...acaso no somos más que aquello que otros han visto o sentido?....hito...intentar darle una explicación lógica a todo lo relatado, lo es.
Memoria selectiva o cognitiva?
Del oficio de enseñar a la proeza del aprendizaje?
Disculpame...hoy serían miles mis preguntas.

Un beso tan incipiente en el recuerdo como efímero.

Olimpia.

25/1/08 3:00 a. m.  
Blogger Angeles said...

Dejar una marca en todo aquellos que pasan por nuestras vidas, un gesto, una actitud que permanesca en los otros y que nos haga ser recordados. Una ardua labor, no solo en la docencia sino enla vida misma.

Besos!

25/1/08 3:03 a. m.  
Blogger Insanity said...

Me disculpo, Ybris, por no haber dejado una respuesta al contenido de tu post, de una forma, digamos, políticamente correcta )aunque a mi manera creo que en mi comentario anterior lo hice de la mejor forma de Insanity : desde mi corazón).
En fin,sabemos que la violencia simbóloca se encuentra, generalmente, descaradamente implícita, y mientras continúe sucediendo esto en los centros de enseñanza, nada cambiará, a través de los siglos de los siglos, NO amen (ojalá).
Pienso que tu no formaste parte de ello, y llego a esta conclusión guiándome por los textos que escribes en este Blog.
Educandos y educadores somos todos, desde que seamos hombres y mujeres de buena voluntad.El currículum que le es dado a un maestro o profesor, debe ser cumplido, pero desde mi punto de vista, es indispensable percibir qué es lo que no ha sido colocado allí, pues exactamente eso es lo que "también debe ser enseñado". Los programas de estudio son portadores de algo que llamo yo como "No les vamos a enseñar lo que no nos conviene que conozcan".
Besito, Ybris, y gracias por la oportunidad de expresarme en tu Blog.
Pienso que te saliste del currículum de un educador convencional, si actuaste con tus alumnos de la forma que te muestras aquí, y si es así, solo me resta decirte: felicitaciones.

In

25/1/08 5:48 a. m.  
Blogger Insanity said...

Me disculpo, Ybris, por no haber dejado una respuesta al contenido de tu post, de una forma, digamos, políticamente correcta )aunque a mi manera creo que en mi comentario anterior lo hice de la mejor forma de Insanity : desde mi corazón).
En fin,sabemos que la violencia simbóloca se encuentra, generalmente, descaradamente implícita, y mientras continúe sucediendo esto en los centros de enseñanza, nada cambiará, a través de los siglos de los siglos, NO amen (ojalá).
Pienso que tu no formaste parte de ello, y llego a esta conclusión guiándome por los textos que escribes en este Blog.
Educandos y educadores somos todos, desde que seamos hombres y mujeres de buena voluntad.El currículum que le es dado a un maestro o profesor, debe ser cumplido, pero desde mi punto de vista, es indispensable percibir qué es lo que no ha sido colocado allí, pues exactamente eso es lo que "también debe ser enseñado". Los programas de estudio son portadores de algo que llamo yo como "No les vamos a enseñar lo que no nos conviene que conozcan".
Besito, Ybris, y gracias por la oportunidad de expresarme en tu Blog.
Pienso que te saliste del currículum de un educador convencional, si actuaste con tus alumnos de la forma que te muestras aquí, y si es así, solo me resta decirte: felicitaciones.

In

25/1/08 5:49 a. m.  
Blogger Insanity said...

Perdona, me faltó una cosita. Respecto a la cita del monito que pintó una obra de arte, me pregunto a veces si en la enseñanza no sucede lo mismo la mayoría de las veces, pues mira tu que los animales son "adiestrados" y en los centros educativos en la mayoría de los caso, también nos han querido "adiestrar".
Si, ya se que a veces me viajo, me pierdo y prefiero callar, Ybris. Pero esto no podía dejar de decirlo.
Un besito

25/1/08 5:57 a. m.  
Blogger Toy folloso said...

Y mira que suele ponerse pesada la gente cuando se pone a hablar de su trabajo, pero en tí lo adoro.
Pura amenidad.
Amigo.

25/1/08 9:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y te extraña? no podía ser menos.
Por cierto: qué riesgo el de las clases de ciencias!, y la de física, que un buen día casi me deja como la ceniza de un puro!.

29/1/08 11:33 p. m.  
Blogger manuel_h said...

me da igual el orden o la importancia de tus recuerdos, sólo importa que sigas escribiéndolos!

30/1/08 9:00 p. m.  

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