28.9.09
El día aguarda sin afán de lucro.
Tú le precedes como el que lo explora
por intuir si hay algo diferente
en su terca obviedad, en su grisácea forma.
Como suele pasar en estos casos,
descubres lo sabido:
no es el día quien guarda las sorpresas,
es, sobre todo, el cuerpo el que dispone
el mantel donde todo espera ávido
las horas invitadas al banquete.
Miras al borde azul dispuesto a tomar nota.
Con un poco de suerte acaso pase algo
y, si aún tus reflejos no te fallan,
puedas guardarlo para tardes lacias.
29 Comments:
Hare un banquete de este dia.. sin bordes, aunque siempre en azul ; )
Mi abrazo.
Expectante permanezco que seguro que tras sus palabras algo atesoraré para esas tardes que tan bien llama lacias.
Un abrazo.
En tiempo de silencio la línea azul es una cuerda tensa que se resiste a ser no más que un vaticinio del peligro....un abrazo
Son los ojos aquellos que guardan las sorpresas.
Sólo hay que bien abrirlos, y guardar lo visto para azules horas. Quizá así lo gris, se convierta en malva.
Besos
Precioso poema. Me ha gustado muchisimo el primer verso y tambien esa idea, maravillosa, de que es uno mismo, el propio cuerpo, quien determina lo que va a pasar. Una reflexion de gran calado poetico y humano. Gracias por tus buenos deseos y palabras siempre afectuosas. Un abrazo.
Guardar para las tardes lacias... me gusta lo que esa frase evoca. Besos.
Ybris
No sé si todos los humanos nos levantamos cada día esperando algo u alguien, esperando lo diferente, para que no sean repetitivos los dias.
En mi caso, siempre prendo la radio, esperando una canción, esa canción del día que marque mi vida, y con la cual me quedo tarareando el resto del día.
Me gustó tu final, vi a un hombre, sentado en un banco, en el borde de alguna playa, mirando el horizonte azul (o gris) dispuesto a tomar nota, hacerla un poema, esperando que sus reflejos no le fallen en dicho instante.
Es bello Ybris, muy hermoso,
que pases un hermoso día
y que te alcance eso "diferente",
que tomes notas
y que algún día
nos cuentes.
Un besito.
Ayer vi una película en la que le brindaban a uno la posibilidad de beber un vino que borra los recuerdos. No a quemarropa, pero sí con cercanía, los recuerdos son un antídoto para las tardes lacias.
Un abrazo, compañero.
PASÉ PARA DECIRTE QUE...
septiembre 28, 2009. Excesos... Ybris y Paquita (sinsupermiso)
(Posted by ybris el 28.8.09 en su blog nomequedo.blogspot.com/
Para vivir, morir o transitar (...)
...
Y COMO SIEMPRE... te leo, me haces sentir que, últimamente, algo no va bien... algo contra lo que nada puede oponerse y sólo queda admitirlo... asimilarlo. Quizá me equivoque y esté especulando a lo tonto, cosa que me alegraría.
Si quieres algo, si necesitas cercanía... ya sabes donde me puedes encontrar.
Un fuerte abrazo y dos besos. PAQUITA
Restando terquedad a lo obvio los días, de seguro, nos lucran.
Pues ya ha ocurrido algo fantástico. Una hermosa poesía....
Besos, amigo
Quizá lo que suceda solo sea una interpretación de nuestra mente y no sea obvio ni triste lo de siempre, sino que empeñados en estar seguros, preferimos pensar que se parece a lo de ayer antes que ver algo distinto.
Podría ser que por aquí nos acercáramos a la locura, y siempre que no lleguemos, cuan maravillosas notas atesoraríamos en nuestro recuerdo, si dejáramos al cuerpo disponer sin dirección ni seguimiento.
Un beso.
Es un placer que tus pensamientos me hayan dibujado lo que queda de tarde. Le das los trazos para completar sus colores. No queda lacio si tú le precedes.
Un abrazo
Chuff!!
¿podemos orientar nuestro destino, somos culpables de como discurra un día en nuestra vida?
un abrazo maestro.
!!!Dulce Otoño!! tan melancólico
Un beso
Tardes lacias, también hay que pensarn que si no existieran no sabríamos ver los tesoros cotidianos de la vida
Me dan un poco de inquietud las tardes lacias.
Besos, querido Ybris.
Las sorpresas vienen en un sobre azul y hay que esperarlas sentados en el borde de un rayo de sol.
Un saludo amigo.
Apetece saber que las horas nacen ávidas y el día sin afan de lucro.
Prometo enmendarme, y rizar mis tardes de sorpresas y luces.
Una sonrisa
Esperar los días sin afán de lucro es tener la serenidad de contemplar los amaneceres con sabiduría.
Espero que me sienten cerca de tu bloc de notas para seguir aprendiendo.
Un guiño
No es un poema para reírse, desde luego. Pero me he reído, tengo derecho,¿no? Siempre oí de las personas mayores como mi madre hablar de terceras personas, sobre todo si eran sosas, como personas lacias. Y de las lechugas y las hojas de las acelgas también lo oí. Ahora me imagino una tarde así, de esas de ni fu ni fa. Y me he reído. Lacia, flaccidus. En fin, a levantarse toca, Ybris.
Besos.
La mesa está siempre dispuesta; muchos se preparan para el banquete con pocas ganas, pero para otros, catamones, cataquesos y catarizos siempre fueron deliciosos acompañados de un vasito de tinto.
Y es que "la nave va", y nosotros ponemos el viento.
Que tengas muy buen día!.
Entro de nuevo y espero no importunarte, pero es que... otra vez...
*** septiembre 29, 2009. Las Marchas Verdes... (+ ybris)
(Publicado por ybris el 19.8.09 en su página (...)
... ¿te zumban los oidos? ya ves que no es un problema.
Besos. PAQUITA
me gusta ese borde azul dispuesto a tomar nota, siempre puede ser el próximo poema...
Bss
"no es el día quien guarda las sorpresas,
es, sobre todo, el cuerpo el que dispone
el mantel donde todo espera ávido
las horas invitadas al banquete"...
por hoy me quedo con esto, que ya es mucho! gracias siempre, maestro!
"las horas invitadas al banquete"
Hermosa mezcla, en imagen, de lo temporal y lo aparentemente lúdico de la existencia.
Achacar al reflejo y a la suerte la propiedad de ser cazadores de "sorpresas", me parece excesivo...Me agrada el hecho de la predisposición como ingrediente.
Acabo de ver una pelicula...(en DVD) Innocence de Paul Cox...te aseguro que estabas constantemente en mis pupilas (ahora es cuando me llamas absurda).
Otra perpesctiva del amor...cuando el tiempo es prestado.
Un beso a tus tesoros.
Olimpia.
Nos aferramos a la rutina de la cotidianidad cuando consideramos que todo marcha aceptablemente bien.
Resulta muy reconfortante que un hombre maduro y capaz, conocedor de los avatares tópicos que sustentan los hechos cotidianos, invoque a la suerte para que ocurra algo. Algo memorable. Como decía Wilde, podemos pasarnos años sin vivir y, de repente toda nuestra vida concentrarse en un instante.
Un abrazo, Ybris.
El cuerpo como mantel ávido de aconteceres... Me gustó.
Un abrazo,
Laura
Publicar un comentario
<< Home