2.8.06

Mirar por la ventana

Donde la mayoría veían en J.P. a un excéntrico personaje o a un redomado caradura yo siempre vi a un soñador inteligente y a un buen poeta. Mientras los demás se reían de sus salidas en clase cuando, convocado por el profesor para decir la lección, confesaba su ignorancia porque no había tenido más remedio que estar dos horas mirando por la ventana yo siempre creí que hablaba muy en serio y manifestaba una visión peculiar y valiosa de la vida.
Descubrí luego varias veces su profunda humanidad junto a su propensión a ver la vida como una greguería universal donde los hechos hablaban signos para iniciados. Así una vez que le pedí su valiosa opinión de aficionado a la buena música sobre la calidad de un preamplificador para discos (de vinilo, naturalmente) que acababa de montar. Me pidió que le pusiera la tercera sinfonía de Brahms que tenía yo por allí a mano, se puso unos buenos cascos y se quedó silencioso un rato escuchando. Al cabo de ese rato se quitó los cascos, levantó cuidadosamente la aguja del disco y me dijo con total seriedad: “Es el primer equipo que escucho en el que se puede escuchar la brisa que atraviesa las espirales de los microsurcos”. Me quedé pensando lo que querría decir hasta que me di cuenta de que no había activado la atenuación de agudos.
La vida, esa tozuda muñidora de despedidas, nos separó pronto tras acabar los estudios, pero yo siempre he aceptado, igual que él, como símbolo de eficacia introspectiva el mirar por la ventana. Todavía a ratos, con un libro en las manos a modo de disculpa y de rendida compañía, aún a riesgo de que me pregunten si me encuentro bien, me gusta colocarme en una estudiada posición para mirar a través de la ventana.
Puedo pasar horas así en silencio viendo pasar gente, volar pájaros, deshacerse nubes, agitarse ramas... mientras palabras o músicas me revolotean por la mente con la insistencia y la levedad de una corriente de aire fresco. A veces me vienen ideas como ahora mientras escribo esto (Tomo papel aparte, escribo y elaboro):

Escaso se ha posado,
como copo de nieve,
un leve pensamiento, un ardor
más liviano que el aire que lo lleva.
Y no puedes tocarlo, bien lo sabes.
El misterioso y cándido mensaje
que le late por dentro
se ha de alzar solamente
cuando resuelva en eco su caída
desde las cálidas paredes de tus ojos
al fondo de tu alma.
El ínfimo rumor que se levanta
acaso ha de tocar, si bien lo escuchas,
la fibra de blancura
que escondes, tan dormida, en tus entrañas.


Y es que con frecuencia no es posible comprender lo que nos rodea sin enmarcarlo, sin acotar una zona que se aísla del resto para poder hacerla nuestra como una señal que parte del exterior hacia nosotros y nos susurra su mensaje. La ventana se convierte entonces en el lazo de unión que nos hace parte del mundo en que vivimos con la humildad de la parte exigua que nos es dado comprender.
Con el paso de los años voy sin darme cuenta prescindiendo de ventanas porque ya mis ojos han adoptado su forma cuando miro y tomo una ligera porción de paisaje para desmigarlo en pequeñas nubes húmedas con que mojar el alma.
Y ya, cada vez más a menudo, el recuerdo o la ilusión se turnan en la fiesta propia de saludar la grandeza de la vida ajena que pasa sonora y discreta ante mis ojos.

13 Comments:

Blogger Carz said...

A veces uno puede buscar consuelo en los gestos, en los símbolos, en las poses (entiéndase, no artificiosas sino íntimas). Y a veces puede encontrarlo allá donde lo busca: es un refugio legítimo, incluso digno. Pero a menudo me pregunto (cuando busco ese consuelo que no consigo hallar) ¿por qué necesito consuelo? y la mayoría de las veces me respondo que por la inacción, bien por que no encuentro un camino a seguir, bien porque no tengo el valor de seguirlo. Entonces recuerdo una frase, creo que de Durrel, pero no voy a comprobarlo, que dice más o menos “Pensaba y sufría mucho, pero carecía del valor necesario para atreverse, primer requisito del que hace algo”.

Excelente tu escrito, llega fácilmente a mi interior porque puedo hacerlo mío, pero por ello me pregunto por qué creo que necesitas consuelo.

Un abrazo.

PD.- Recordando mis tiempos de electrónica me pregunto que tipo de preamplificador montaste… diría que el margen dinámico de un LP de vinilo no era suficiente para escuchar “la brisa de los microsurcos” y un fortissimo de la orquesta.

2/8/06 5:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sé si lo excepcional era JP o tu manera de traerlo con el recuerdo...
A veces, es más dulce que la realidad...

Me maravilla la capacidad que tenemos para abrillantar lo vivido...Ese poema, brilla¡¡

2/8/06 11:59 a. m.  
Blogger libertad said...

holaa. He estado unas semanas sin poder conectarme y he echado de menos tus escritos. Tienes razón, es una perspectiva distinta de mirar la vida, mirarla a través de una ventana, o con el paso del tiempo, acotar la realidad sin que exista esta como tú dices. Yo, a menudo, ando distraída, observando, tratando de diseccionar la realidad, intentando recrearme en esas sutilizas que nos hacen ver el mundo desde otro enfoque, desde un enfoque quizá distinto a la realidad que nos rodea, pero, al menos a mí, el único capaz de embriagarme. Me identifico con tus palabras.
Un beso fuerte

2/8/06 12:25 p. m.  
Blogger Badanita said...

Y quien no se ha topado con un ser asi de especial como JP?

Esto que has escrito es de lo mejor que lei tuyo.
Tal vez porque me siento muy identificada con vos.

Es que yo, al igual que vos, aprendo a estar en este mundo CONTEMPLANDO la vida, como si estuviera mirando por esa ventana. Y para mi, algo que digo muchas veces, la diferencia está em dejarse atravesar por la vida.

Soy de esas que puede quedar muchos, muchisimos minutos con su mirada perdida, para los demás :)

Besos ;)
En verdad habia venido a darte las gracias por tu cariño y ese poema que me hizo llorar de la emoción!
(como no tenés correo las gracias van por aqui)

2/8/06 2:06 p. m.  
Blogger manuel_h said...

Juntaría todos los retazos de tu vida que vas contando para hacer (con permiso y poemas y otras reflexiones, siempre magníficas) un libro prodigioso. De tu blog, son esos mis pasajes favoritos: evocas, relatas, recreas de maravilla.

Y el resto, me has hecho pensar mucho en la fotografía: escoges una parte para intentar entender todo lo que la rodea.

saludos

2/8/06 11:01 p. m.  
Blogger Marta said...

Cuantas ventanas que se abren para por ellas entrar sin tener que buscar la puerta... hoy yo entré por esta. Te dejo un beso en el cristal ;)

3/8/06 11:39 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Los propios ojos son ventanas, hacia fuera y hacia dentro. Aunque haya quien se empeña en tintar los cristales.
Me ha gustado muchisimo lo que he encontrado al asomarme por tu ventana.
Un saludo admirado.

3/8/06 12:23 p. m.  
Blogger DaliaNegra said...

Paso y te veo en tu ventana contemplando el mundo con ojos peculiarmente agudos y serenos,y me gusta mirarte cuando miras.
Besos.

4/8/06 2:03 a. m.  
Blogger ybris said...

Agradezco a todos vuestros comentarios.
No puedo pasarme a leer vuestras páginas hasta dentro de unos días.

Abrazos a todos.

4/8/06 5:05 a. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

¡¡¡Qué delicia de post!!!!!!!

Yo tembien tengo esa costumbre de perderme en la ventana, cualquier ventana que me dejen a mano ser´ña presa de mi quietud en ella por un largo rato, llevándome para adentro todo lo que por allí pase o se detenga y tambien de tanto hacer mías esas ventanas, mis ojos se le han ido pareciendo.

Besos desde miradas clonadas.

4/8/06 3:35 p. m.  
Blogger koffee said...

Mirar por la ventana, sin avidez por comernos la vida, dispersando la mente para obtener, aun sin pretenderlo, un apurado análisis de cuanto nos rodea y así de cuanto somos.
Hay muchos JP, muchos incomprendidos de quienes hay tanto que aprender!.
Un beso.

5/8/06 4:55 p. m.  
Blogger Insanity said...

Hace algunos días leí este post, Ybris. Lo pasé a una hoja de papel y me la llevé conmigo hasta encontrar el momento ideal para leerlo nuevamente.
Ocurre, que en un determinado momento, leí tu escrito de abajo hacia arriba, y allí me encontré de frente con la magia que eres capaz de crear a traves de tus palabras.

"Con el paso de los años voy sin darme cuenta prescindiendo de ventanas porque ya mis ojos han adoptado su forma cuando miro y tomo una ligera porción de paisaje para desmigarlo en pequeñas nubes húmedas con que mojar el alma...El ínfimo rumor que se levanta
acaso ha de tocar, si bien lo escuchas,
la fibra de blancura
que escondes, tan dormida, en tus entrañas...“Es el primer equipo que escucho en el que se puede escuchar la brisa que atraviesa las espirales de los microsurcos”. Me quedé pensando lo que querría decir hasta que me di cuenta de que no había activado la atenuación de agudos."

Una palabra: vida
In

7/8/06 6:51 a. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Me quedo como dices...humedeciendo mi alma- que la tengo- con tus letras.

NO podía haber mejor postre para éste mediodía mío que éste post y su poema.

Gracias.

Olimpia.

13/8/08 4:39 p. m.  

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