Mirando hacia atrás sin ira
Como pitonisa mi madre hubiese tenido menos futuro que un Top Manta en el hall de una Comisaría. Tampoco pasaría a la historia más que en el recuerdo entrañable de sus ocho hijos varones que supimos apreciar y soportar la recia tozudez de sus íntimas convicciones con que supo vencer por acoso y derribo tanto a la facción de los más píos como a la huestes aguerridas de los justamente tenidos como rojos.
Marchó en silencio y en paz una tarde ante la presencia en paz y silencio de sus ocho hijos. El mayor, desde la autoridad de su condición de médico y la insospechada apertura de su firme religiosidad, dijo: “La madre tiene una insuficiencia cardiaca irremediable y podemos mantenerla inconsciente mucho tiempo con técnicas adecuadas. Mi opinión es dejarla que descanse hasta que su maltrecho corazón diga basta” . A todos nos pareció bien y así marchó desde su habitación en casa como acaban las películas con el protagonista perdiéndose en la distancia.
Dejó tras de sí muchas ganas de vivir, mucho entusiasmo, el recuerdo de una belleza insuperable capaz de devorar como mantis la exigua realidad de solterón empedernido de mi padre y una frase antológica que resumía toda su frustración por no haber tenido ninguna hija: “Los niños son preciosos, pero luego se hacen mayores y les salen pelos en las piernas”.
Yo debiera haber sido, como corresponde al segundo, la niña que deseaba y, como tal, afanaba su espera con preparativos de color rosa en ropa y accesorios. Lamentablemente la terca naturaleza se empeñó en mostrarme inconfudiblemente varón como habría de hacerlo en los seis fracasos que en años alternos posteriores habrían de poblar sus frustradas esperanzas sólo derrotadas por la implacable menopausia.
“Mira, hijo, y aprende de tus hermanos” –me dijo un día, desilusionada por mi decisión de traicionar mi futuro de brillante economista por la rastrera y mal pagada profesión de maestrillo- “Todos ellos ganan el doble que tú y llevan camino de triunfar en la vida mientras que tú te quedarás siempre con las ganas de haber llegado mucho más arriba.”
No acertó en nada, quizás porque la felicidad y el triunfo escapan despiadadamente de lo que nos es dable sospechar. La dictadura se cebó en los rojos, la ruptura matrimonial abatió los más altos cedros, la prosperidad económica no satisfizo a los más ambiciosos y el único triunfo que al parecer todos hemos conseguido es el de saber mirar con ojos ávidos las pequeñas sorpresas de la vida.
Así al menos me parece cuando nos juntamos raramente y hablamos de todo menos de dinero.
Así al menos me digo cuando, ya al filo del último año de humilde profesor de Primaria, me doy cuenta de que fue mucho más lo que recibí que lo que di a pesar de todos los pesares. Atesoré la riqueza de mirar, de leer, de escribir, de amar y de sentir como quien quiere aprenderlo desde lo más profundo para mostrarlo.
Hay otras felicidades, bien lo sé. Pero estoy seguro de que si mi madre hubiese llegado a los 96 años de vida hoy me diría que hice muy bien en no dejarme deslumbrar por aquella profesión de banquero en la que seguramente tampoco ella creía.
Y también estoy seguro de que a estas alturas lo que menos le iban a importar eran los pelos de mis piernas.
Y lo que más que, aún tras tantos años, el alba me espera para repartirnos el silencio esplendoroso de la mirada limpia.
Y, a veces, para ponerse uno asquerosamente sentimental y dejarlo escrito.
Como ahora.
38 Comments:
Me gusta cuando te pones asquerosamente sentimental.
Cuando nació mi tercera hija estaba convencida que seria un chico, adormiscada después de un costoso parto no dejaba de decir a los que estaban conmigo "mirad que niño mas guapo he tenido"..el niño se llama Carmen no tiene pelos en las piernas y puedo asegurarte que no me importa nada
Eres inmensamente humano y sensible, por eso siempre miras sin ira.
No puedo darte un abrazo materno, te lo doy de hermana, de amiga
Bueno las madres nos movemos entre nuestras propias indecisiones y querríamos todo para nuestros hijos, el dinero, la felicidad..
En realidad a tu madre le salió bien su plan todos debéis ser felices por lo que cuentas :o)
Fdo.Madre de sólo hijos varones (como lo he entendido)
la verdad es que no hay mejor postura que ser un asqueroso sentimental a estas horas de la mañana y de la vida, pero sinceramente nunca sabes más que cuando haces cuenta atrás lo que ella, la vida, te va a traer en su regazo de mujer fatal...yo no aspiraba a ser nada, todo era difuso en los años y he llegado al sitio que esperaba con más comodidad de la soñada y aun así tendré cosas que harán mi vida más confortable...pero nada es tan valorable como la capacidad que me queda de sentir las cosas...no me la ha enseñado mi madre...ella se limito a lograr que sobrevivieramos, que no es poco, y a enseñarme que las cosas cuestan tanto más cuanto más las deseas...un abrazo asqueroso de amistad...sabes que me gustaría verte el sábado?..ya sé que no es posible pero eres de la red alguien que siempre me emociona.
Esta mañana al leerte, no he podido evitar emocionarme y llorar.
Un beso y un abrazo.
Pues es que a veces es necesario ponerse "asquerosamente sentimental" para mostrar que hay una historia y todo un corazón tras tanta letra y pantalla fija (o era fría?).
Calentarme las manos es lo que hago hoy con tu historia, y la mirada.
Besos deslumbrados.
Tu deliciosamente sentimental
y los pelos de tus piernas
tu exquisito relatar
y un pasado del cual
te puedes enorgullecer
me han dejado la memoria
húmeda de nostalgias
reencontradas...
(con piernas depiladas):-)
♥♥♥besos♥♥♥
Asqueroso y sentimental deberían ser dos palabras con orden de alejamiento, al menos en lo que tú escribes.
Eres fantástico, tu madre estaría contenta de ver que al menos pudiste darle biznietas!!!, seguro que os espía en las reuniones familiares y ríe y llora.
Me has puesto la carne de gallina....Claro y tremendamente hermoso resumen de una vida y unos sentimientos.
Yo también alargaría mi mano de madre al niño que aún eres para decirte que has hecho bien. Y que, aunque tengas pelos en las piernas,te quiero.
Seguro que ella también sería feliz con eso.
Tengo un conocido argentino que me contó que, allá en Buenos Aires, tenía un vecino ya de edad que le contaba que lo único que no puede faltar en la vida de una persona es la convicción: "Mirá, hacé lo que quieras, pero si no tenés convicción en lo que hacés, mejor no lo hagas".
Cuando se cruzaban en la escalera, el anciano le gritaba "convicción, convicción" y ambos sonreían.
Yo, a menudo, me imagino al anciano porteño gritándome "convicción, convicción" y sonrío. Y pienso que, en general, no le defraudo.
Me parece que tú tampoco lo harías.
Un abrazo.
Eres deliciosamente grande, Ybris. Enorme.
Mirando hacia atrás sin ira.
Yo a veces lo consigo, sólo a veces. Cuando yo nací (la mayor de tres hermanos) todos querían un niño y llegué yo. Y me criaron como a un crío a pesar de la evidencia. Y me recuerdo en mi adolescencia reclamando mi condición de fémina, ajenos mis padres a que, ya desde que nací, lo era.
Yo agradezco esa riqueza emocional que has ido atesorando y que nos regalas con tanta generosidad. Y la recia tozudez, el entusiasmo y la belleza de tu mamá, porque al final somos el resultado de una extraña y única combinación de situaciones que nos conforman.
Un beso enorme, Ybris,
Lula.
Te saludo amigo mío, y te felicito por esa mirada al tiempo pasado. La nostalgia no cambia la realidad.
Un fuerte abrazo.
Me gusta que te pongas asquerosamente sentimental, qué quieres.
Gracias.
Adoro ver tu forma de mirar atrás y esa forma de mostrarnos retazos de tu vida. Además de sentirse orgullosa de sus hijos, tu madre disfrutaría de una gran satisfacción, pues si pretendemos la felicidad para los nuestros a lo largo del camino, emprendiste la dirección correcta.
Un abrazo!.
Sólo con el deseo se acaba el deseo y comienza otro. Creo que tu madre eso lo supo hacer muy bien contigo.
Estoy segura que en el momento de descansar se le escapo una sonrisa, no únicamente de felicidad, sino de satisfacción. satisfacción por la vida bien vivida y el trabajo bien echo con sus hijos.
Un sentimental beso
No serías quien eres sin esa mujer en tu vida. En eso acertó, en parirte (Y amarte)
Cuando alguien deja escritas tan lúcidas frases puede ser tan asquerosamente cuerdo como para expresar su emoción con suma honestidad. Es difícil verse a sí mismo cuando las lagrimas empañan la mirada. Pero yo te veo bien, Ybris, y también tengo hijos y madre. Y honestamente creo que eres excepcional, como la madre que te parió.
Un abrazo.
Chuff!!
Ay, Ybris, haciendo retrospectivas de las que sales airoso, con la mirada limpia en cada alba...¿qué más se puede pedir a la vida? ¿qué sedante más sano podemos encontrar? ¿hay felicidad mayor? También yo acabo de hacer mi retrospectiva, será que los primeros calores de primavera invitan a desnudar el cuerpo y también el alma, y que fluya la sensibilidad... déjala que fluya... que disfrutamos de ella, no imaginas cuanto.
Un beso, asquerosamente dulce.
qué decir?....ni siquiera mi profundo silencio sería capza de expresar-me.
Cuando vuelves tu rostro y con esa nitidez tan caracteristica de ti, eres capaz de visionar y expresar todo lo que ves...sólo puedo sumar a mi admiración por ti, mi más "repugnante" cariño y todos los que no pueden salir del tintero.
Olimpia.
Me gusta cómo narras tu pasado, tu presente y tu futuro. Transmite calma y orden a mi mundo de desconcierto.
me gusta lo que cuentas que los niños/as te han dado mas sabiduria de la que tu pudistes ofrecerle, y es cierto que ellos te muestran cosas tan simples a las cuaales nosotros no la vemos o mejor dicho se nos perdieron...
besos
Que manera más tierna, sencilla y natural de relatar esos retazos de tu vida.
Me ha gustado mucho.
UN SALUDO nocturno.
Me encanta como hablàs de tus padres, he seguido todas tus historias desde que te conozco, con mucha simpatìa hacia esos bellos relatos que tan bien contàs.
Podrìamos haber cambiado roles, Ybris, mi madre querìa otro varòn, y le salì yo!!entre 4 varones poco peludos...
Las madres solìan tener ciertas expectativas, afortunadamente los tiempos han cambiado y ademàs podemos gozar de esa mirada buena hacia el pasado, y hacia nuestros padres y sus delirios, porque seguro que despuès de asumirme como hija mujer tampocole ha gustado nada jajaja.
Es que no le he resultado "convencional":D
Besos, Amigo Ybris.
Ser maestra, como digo muchas veces, es para mí...casi todo.
Un abrazo compañero.
.... esto... en fin...
Me ha encantado, enhorabuena por ser como eres. Un abrazo. Marea@
P.D. con tu permiso voy a poner un enlace a esta, tu casa, porque creo que merece mucho la pena leerte...(y no es peloteo que quede claro).
JOder. Es realmente tierno lo que cuentas. Tus palabras llegan profundamente por el sentimiento que encierran.
Felicidades.
asquerosamente sentimental, asquerosamente tierno y asquerosamente delicado: ¿quién se atreve a hacerle ascos a tus palabras?
Siempre me gustas.
Hoy, además, me has emocionado.
Besos.
Qué suerte padecer de ese asqueroso e imperdible sentimentalismo y poder contarlo así.
Y donde ella esté con seguridad lo que siente es un amor profundo y una admiraciónor genuina por su segundo hijo, con pelos en las piernas y todo!
Un abrazo emocionado Ybris.
jeje...me hiciste recordar el día en que mi padre se puso hecho un energúmeno por que quería ser maestra...y debo decir que ha sido quizá la decisión mas acertada de mi vida...he sido terriblemente feliz entre mis niños...
Un abrazo
Debe ser la primavera que a tod@s nos saca la vena sentimentaloide.
Elegiste ser maestro, que no profesor, y ganaron mucho tus alumnos con la decisión que tomaste.
Me alegra haberte encontrado aquí y no en una aburrida sucursal bancaria.
Eres extraordinariamente humilde.
Porque recibir, un profesor recibe la satisfacción de ver germinar la semilla de instrucción que imparte, pero a la vez, incomprensión, tanto de las jerarquías, como del mismo entorno familiar del alumno.
Y a cambio lo da todo.
me encanta tu forma de escribir, de describir las situaciones, tan vividas, tan reales, tan sentidas, es como esos cuadros pintados hiperrealistas, uff, plamas en cada punto y coma la esencia de la vida, sin aburrimiento, queriendo seguir las letras y más letras, esperando que se acabe pero que nunca tenga fin
un abrazo, campeón
El resultado ha sido bellísimo. Seguro tu madre está muy orgullosa y feliz. Quería vivieran una vida sin problemas, con satisfacciones, por lo que cuentas el resultado fue satisfactorio. No sé que más decir, estoy profundamente emocionada.
Besos
Qué bonito lo que has escrito...
Esto que has escrito no tiene que ver con ser banquero, ni con tener pelos en las piernas, ni con ver de un color u otro, ni siquiera tiene que ver con ser maestro. Seguro que eso lo sabía.
...¿se te ocurre alguna profesión más bonita que la de maestro de primaria?...Ays¡¡ Mi querido sentimental...
un beso fuerte.
...¿se te ocurre alguna profesión más bonita que la de maestro de primaria?...Ays¡¡ Mi querido sentimental...
un beso fuerte.
deliciosamente sentimental, diría tu añorada madre:-)))
besiños
todo eso que dices, y seguro que más cosas buenas debió tener, no hay más que leerte, hoy y cada día
un abrazo
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