13.8.08

Leyes no escritas, 11: La ley del mínimo esfuerzo

(Seré hoy en esta entrada más humorista, cínico e irónico que realista porque me duele especialmente en estos momentos el fracaso inmerecido e injusto de tantos como se esfuerzan en vano y la distancia a que se quedan quienes se enfrentan heroicamente a las discapacidades propias y de aquellos a los que quieren.)

Por más que unos cuantos esforzados se afanen en intentar el cultivo de ciertas habilidades mediante un esfuerzo sostenido lo cierto es que la inexorable y pedestre banalidad hace que el deporte más practicado sea el “sillón ball”y la cama el más agradable campo de deportes.

En vano el deseoso de conquistar más altas metas contemplará a los escasos corredores de entrambos crepúsculos braceando y jadeando por las calles y pistas de los parques. En vano se propondrán como héroes nuestros más famosos deportistas que tienen que entrenarse a diario para conseguir la forma adecuada. En vano se nos dirá que la escultural musculatura de los Stallone y Schwarzenegger sólo puede conseguirse con la esclavitud del máximo esfuerzo posible. La masa resignada de antemano a codearse con fondones, teleadictos y estructuras adaptables a la forma más cómoda de sus vehículos sabe que con solo que conserve una cierta habilidad en los dedos para apretar el botón adecuado o utilizar el papel higiénico -de momento- y una mínima movilidad de piernas para desplazarse hasta su amado turismo no necesita recurrir a antiguallas tales como andar y mucho menos correr (¿qué es eso?).

No es extraña esta ley en una sociedad en que el esfuerzo jamás es coronado por el éxito excepto en unos pocos casos que se conservan para demostrar que este sistema es buenísimo. Algo así como una táctica que los trepas alientan para llegar ellos sin esfuerzo los primeros mientras el resto se desloma por llegar después. Intente la siguiente prueba: detecte los puntos de espera más importantes del planeta: colas para conseguir entradas para un espectáculo excelente, turnos para solicitar empleos golosos, opciones para llevarse los artículos más rebajados...nunca llegará el primero. Usted estará quizás dos días antes en la cola pero suerte tendrá si consigue entrada, porque, de un modo inexplicable, las mejores y más numerosas están ya vendidas, los puestos óptimos están ya asignados y los más generosos recursos ya están distribuidos cuando se abre la ventanilla. Quizás haya unos pocos disponibles, pero esos son siempre para reventas y mafias con quienes hay que condescender par que no te sacudan.

Así que ¿para qué esforzarse? El cartel de “Reservado” o “Completo” es como el “inocente, inocente” con que los ilustres miembros de nuestra sociedad premian la credulidad de los bobos.

Así que esfuércense los otros para que los ingenuos no decaigan y dejen que la mayoría disfrute de su orondez sobre un sillón con todos los botones en su brazo, el móvil en el otro y el portátil sobre las piernas.

Conectado a internet, por supuesto.

28 Comments:

Blogger mangeles said...

Jejejee, por supuesto Internet...lo de la cama como el mejor campo de juego no lo había pensado...pero está muy bien...qué mejor ejercicio ejejee..

Besos...muy bueno el post

13/8/08 7:59 a. m.  
Blogger Sasian said...

y para qué esforzarse tanto, si hasta los que lo hacen a diario puesto que de ello depende su pecunio, no siempre salen recompensados...incluso los que se esfuerzan menos son los mejores pagados?.

recibe un cordial abrazo, desde mi sillon de relax, la tele con las olimpiadas, viendo el esfuerzo de los demás, todos los mandos en la mano, el portátil en el regazo y Santa Internete, por supuesto...

13/8/08 8:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ay. Me has dejado que no sé si merece la pena esforzarse o no. Con lo cansado que es el deporte. Con lo bien que está una tirada en el sofá. Con lo que cuesta levantarse cada mañana y vivir.
Con lo fácil que lo tienen algunos para sin dar un palo al agua, arreglárselas para que el esfuerzo no vaya con ellos y los éxitos los acompañen...
Pero... ¿quién coño quiere ese éxito?
(Voy a ver si lo reflexiono un poquito, así, sentada en la mecedora, sin mucho más que hacer...)
Besos.

13/8/08 9:19 a. m.  
Blogger Margot said...

Jajajaja ganas me dan de tirarme a la bartola para leerte de nuevo, con los ojos entrecerrados como único esfuerzo....

Sí, es una lástima, ya no sólo no se valora el esfuerzo personal, lo peor es que se tiende a menospreciar el de los pocos que se esfuerzan. Con la palabra esfuerzo sucedió como con "disciplina": fueron estigmatizadas identificando su ausencia con una progresía tan vacía como arribista. Ays.

Besos ligeros como la brisa!

13/8/08 9:46 a. m.  
Blogger Rocío said...

De esto mismo hablaba ahora en el blog del doctor Krapp. Es una realidad que nos está absorbiendo. Ya no consigue el éxito el que se esfuerza, sino que se llega a él justamente por el hecho de no hacer nada. Ejemplos, miles, y los medios de comunicación bombardeándonos con ese tipo de vida que llega a la cumbre de la vagancia con los bolsillos forrados. ¿Para qué estudiar entonces?, es lo que los niños se preguntan...
Un beso.

13/8/08 10:17 a. m.  
Blogger mia said...

Mucho me gusta este perfil

irónico y cierto que empleas

Ya no me esforzaré hoy,

juntaré los mandos y maquinillas

que anden por la casa

y a leerte otra vez que estimula

al reposo y "nonchalance"...

♥♥♥besos♥♥♥

13/8/08 10:35 a. m.  
Blogger Isabel Martín said...

veo que hoy soy la única que está trabajando... ;-)

Creo que esta es una de la más realista de las leyes, porque es así, el éxito es inversamente proporcional al esfuerzo realizado. Tod@s hemos visto como trepa el compañero más vago del trabajo, como saca sobresalientes la que está siempre de fiesta con los amigotes, como prospera el negocio que heredó de su padre nuestro vecino de enfrente,... y de política ni hablamos....

bueno, os dejo que os noto agobiados en vuestros sillons balls y con el gin-tonic...

13/8/08 10:48 a. m.  
Blogger doctorvitamorte said...

Al esfuerzo se le puso de compañero el éxito. Y este ha sido el fallo.Porque el éxito no se logra sólo con esfuerzo.La ley del mínimo esfuerzo ha entrado de lleno en nuestro sistema educativo.. ¿qué mas queremos?

13/8/08 11:54 a. m.  
Blogger Isthar said...

Supongo que dada esa ley, yo sería de los ingenuos a alimentar para que se mantenga el sistema. Tampoco me sorprende a estas alturas distribución de la realidad es así de triste en la mayoría de los casos.

No se premia el esfuerzo sino la pillería, el oportunismo, el dinero, el poder. ¿Qué nos queda? Pues ser al menos lo suficientemente inconformistas como para no quedarnos en el sofá agradecidos de poder mover un dedo para el mando.

No tendremos lo mejor de lo mejor, pero al menos no nos conformaremos ¿no?

Un abrazo muy fuerte

13/8/08 12:54 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Sé del esfuerzo, del propio y el ajeno...y aunque parezca una burla (de hoy en día) trabajo cada día por conseguir -lo del otro.
Y créeme si te digo que existe, aunque no en las cotas necesarias para advertir su presencia.
Lástima que obtener el premio al sin-esfuerzo sea más fácil que aquel que "cuesta" el sudor y lagrimas que nos enseñaron. Pero,y la satisfación de haberlo conseguido? Ayns si yo te contara!
Vale, me acojo a tu enmienda y sonreiré, pero que conste que queda pendiente-como tantas- una conversación más densa y dilatada.

Besos vagos...sí, esos.

Olimpia.

13/8/08 3:11 p. m.  
Blogger Catalina Zentner Levin said...

Sucede que para que los que creemos en las virtudes del esfuerzo para alcanzar metas, Internet resulta una vía de escape que, por momentos, nos hace olvidar los alcances de esa ley arbitraria.

Abrazos,

13/8/08 3:38 p. m.  
Blogger Enrique Sabaté said...

Te noto muy escéptico y no es tan negro el panorama.

13/8/08 6:53 p. m.  
Blogger PIZARR said...

Pues yo me desconecto por unos días, me voy de nuevo a perderme un rato entre el verde y el bosque...de mi querido valle ... allí ni siquiera hay casi cobertura de movil.

Ni comento lo de tirarse a la bartola porque me ha tocado por obligación más de 3 años y ya he tenido para una temporada. Lo que ansio ahora es poder empezar de una ... vez a moverme en condiciones por la vida.

Un besazo amigo

13/8/08 7:52 p. m.  
Blogger Fauve, la petite sauvage said...

Te quedas en los extremos y te olvidas de todos los puntos medios.

No pongo más: suficiente para cumplir la ley del mínimo esfuerzo :P

13/8/08 8:55 p. m.  
Blogger Raquel Graciela Fernández said...

El problema es que el mundo está trastocado y el que trabaja, se empeña en aprender e invierte tiempo y energías en perfeccionarse en lo suyo, en la mayor parte de los casos, no obtiene los resultados que sí tienen los trepadores y la gente sin códigos.
Un par de tetas siliconadas te abren más puertas que una mente brillante. Y como yo no tengo ninguna de las dos cosas, hace rato que me tiré a la marchanta, jajajaja (sonó muy argentino eso, sería como tirarse a la bartola).
Besos.

13/8/08 9:30 p. m.  
Blogger la ventana said...

la cama sigue siendo uno de los mejores campos de juego, eso es verdad jaja
pero yo creo que con esfuerzo se logran cosas, como dijo un musico famoso, cuyo nombre no me acuerdo:
para llegar a la fama se necesita un 90% de trabajo y un 10% de talento
claro esta que al socio se le fue lo importante del pituto, pero sin embargo yoc reo que con esfuerzo las cosas se pueden lograr.
en fin saludos

nico

14/8/08 5:41 a. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Hay más recursos...(pero no todos nos dilatan) ...al fin y al cabo la sed es ansia.

Al alba...

Olimpia.

14/8/08 8:01 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre intento poner una luz de esperanza en todo para que no me consuma la negrura del caos.
Creo que también existe el éxito por el esfuerzo personal. Ahí está nuestro Nadal.
Un beso.

14/8/08 10:18 a. m.  
Blogger Xiketä said...

De pequeña, en el colegio, creo recordar que todavía se premiaba el esfuerzo...te decían cosas como: "te vamos a subir la nota porque te has esforzado mucho"...(en mi caso en educación física, por ejemplo).
Hoy en dia, cada vez menos se practica el esfuerzo, más que nada por lo que tú dices, Ybris, porque no tiene su recompensa en ninguno de los casos.
Hubo una época que estuve buscando trabajo, haciendo entrevistas varias, pero no me cogían porque "no tenía experiencia", y yo les decía: "pero tengo un gran sentido del esfuerzo, soy tenaz, y tengo muchas ganas de aprender"...
No hubo forma...
Entré a trabajar a una empresa recomendada por una amiga que rechazo el puesto...(curiosamente les había enviado mi currículum hacia tiempo y ni caso!).
Internet y los enchufes tienen la culpa de que a los trepas les funcionen sus artimañas.
Besos

14/8/08 11:08 a. m.  
Blogger Fauve, la petite sauvage said...

El esfuerzo tiene al menos una gratificación en la satisfacción personal del logro conseguido.

Por otra parte, y respecto a los comentarios anteriores, también alguien dijo que "toda generalización es falsa, incluso ésta".

14/8/08 12:11 p. m.  
Blogger mgab. said...

aunque sólo sea de vez en cuando, habría que seguir a Lafargue y reivindicar nuestro derecho a la pereza", no? ("El derecho a la pereza. Refutación del Derecho al trabajo de 1848". Paul Lafargue).

pero no nos durmamos demasiado tiempo en el sillón, eh, ¡¡que nos veo!!

14/8/08 12:56 p. m.  
Blogger Fauve, la petite sauvage said...

Eso, Jin, y que el no hacer nada y el no pensar en nada y relajarse y meditar (de verdad, con la mente vacía) sea un placer y no dé remordimientos de tiempo perdido cuando es tiempo ganado.

Al final los chinos serán todo lo que queráis (y estoy de acuerdo), pero en algunas cosas son bien sabios...

14/8/08 1:11 p. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

Ya sabés lo que pienso de tus leyes no escritas, son geniales.

Leyéndote me fui acordando de este tango de Discépolo "Cambalache" casi un himno argentino.

Te lo dejo para que lo disfrutes.

Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo se...
en el quinientos seis
y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublés...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor..
ignorante, sabio, chorro,
generoso o estafador
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
¡No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao!
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón...

¡Que falta de respeto,
que atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y «La Mignón»,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
contra un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril
El que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
¡Dale nomás! ¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao!
Que a nadie importa
si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día, como un buey
que el que vive de los otros,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.

Y vengo de leer "tu ventana", la de hace dos años y otra vez he vuelto a ser abducida por esa forma tuya de contar.

Gracias Ybris, por este tiempo compartido, por tantas miradas y por tantas ventanas juntos.

Un abrazo.

14/8/08 4:37 p. m.  
Blogger Ego said...

Si todo esto lo hacemos en día laboral, riéndonos de las normas y doliéndonos, las ratas pasan de todo.
"Quien no elude sus responsabilidad acaba convirtiéndose en esclavo de intereses superficiales". Como dijeron en la serie 'Dinosaurios'.
Un (b)eso...

14/8/08 6:50 p. m.  
Blogger manuel_h said...

además de humorista e irónico, sánamente pesimista, eh!

14/8/08 8:52 p. m.  
Blogger Fernando said...

la vida no nos da más que trabajo a la mayoría..el héroe moderno ya no es un Ulises si no un señor deportista que sabe hacer algo muy bien y lo publicita...somos un rebaño muy bien enseñado...abrazos.

15/8/08 7:34 a. m.  
Blogger Sirena Varada said...

¿Ley del mínimo esfuerzo?
Hay quien se lo toma muy en serio:

"Hago muchas clases de ejercicio. Subo y bajo andando la escalera. Me meto en taxis y reservados de restaurantes…toso muchísimo. Vomito con frecuencia, y éste es un ejercicio que te limpia de verdad. Estornudo, subo al metro. Entro y salgo de la cama, con frecuencia varias veces al día..." (Martin Amis)

15/8/08 6:13 p. m.  
Blogger Unknown said...

la comodidad es adictiva, la indiferencia también, celebro que distingamos a aquellos diferentes, con honores, porque desarrollan otros talentos para los cuales los que caminamos, los que vemos o los " frecuentes" no tenemos resto. Discapacitados son aquellos que no saben despertar del desamor y rigen sus conceptos por estándares.
de paso te invito a visitarme
saludos sin esfuerzo, que fluyan
paola

20/8/08 4:15 a. m.  

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