24.12.08

Hablemos hoy de felicidad y de felicitaciones.

Compartimos un pequeño rincón del espacio y del tiempo en este diminuto planeta perdido en un lateral de una entre millones de galaxias.
Uno sabe que en medio de tanta desgracia, errores, injusticias, guerras y odios con que en él nos encontramos también existen motivos de felicidad y ocasiones especiales para deseársela a todos.
Si esta diminuta isla esférica en que vivimos dibujando una elipse a millones de kilómetros de la estrella que nos calienta e ilumina no estuviera inclinada sobre el plano de su giro los incorregibles habitantes que la poblamos buscaríamos otros motivos para pensar en la felicidad y para expresar nuestra firme confianza en que somos capaces de alcanzarla, pero esa fortuita circunstancia nos brindó el hecho de que el tiempo prolongadísimo y repetido de su giro pasara por momentos en que los días se acortan y alargan robando y cediendo oscuridades y luces a la noche.
Un día singular de máximos y mínimos resulta ser la fecha en que nos movemos y que impuso desde el hemisferio norte que primero lo tuvo en cuenta el hecho de celebrar el fin de la noche más larga y el comienzo del alargamiento de los días y de la vivificadora luz del sol.
El cristianismo acabó llevándose el gato al agua en estas fechas y consiguió extender a ellas su creencia en el acercamiento de la divinidad a la humanidad en la fiesta de Navidad. Con ese motivo se extiende la costumbre occidental de desearse felicidad y hacer regalos como modo de hacer feliz y de sentirnos felices.
Desde estos ciberespacios en que nos movemos algunos para comunicarnos usamos la palabra como mejor modo de expresar estos deseos. Por eso tomo esa palabra "feliz" y la examino con el cariño de analizar cuanto arrastra en su historia.
No parece nada fácil explicar el fondo de esta palabra: nuestro idioma la tomó literalmente del latín "felix" y cuando el Diccionario oficial trata de explicarla incide una y otra vez en la repetición (que tiene felicidad, que causa felicidad). Sólo referida a una idea se señala el hecho de oportunidad; sólo la opuesta de no ser feliz nos remite al opuesto de desgracia.
Lo mismo con la palabra felicitar. En latin "felicitare" era hacer feliz. Para nosotros, quizás ante la imposibilidad de hacerlo se ha quedado en desear que otros sean felices.
Pero la palabra "feliz" quizás dé para más si nos remontamos a unos cuantos milenios antes. Abro el curioso "diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española" que suelo utilizar como fuente de inspiración para muchas reflexiones y me encuentro con algo curioso que aprovecho para compartir con vosotros:
La raíz más probable para explicar la palabra quizás sea la forma no atestiguada "dhe(i)" con el significado de chupar o amamantar y sus huellas con sufijos en Dhe-la (thelos > "endotelio"), dhe-mna (fémina, hembra), dhe-to (feto), dhe-kundo (fecundo), dhe-no (heno) dhi-lyo (hijo) y dhe-l-ik (feliz).
Así pues desde la más profunda antigüedad en que nuestra palabra tomó forma, la historia nos legó junto con esta palabra la convicción de la felicidad del niño que se amamanta, de la relación materno-filial, de la vida en familia. Sabemos que por desgracia no siempre las cosas son así, pero el optimismo de la raza humana y su deseo de felicidad han plasmado en la palabra ese convencimiento.
Es mucho dar vueltas al sencillo deseo de felicidad que uno quiere para todos en estos días, pero no encuentro otro modo de hacerlo.
Hace ya ocho años intentaba poetizar sobre la etimología de las palabras y me encontré de entonces estos versos sobre las palabras "próspero" y "juerga". Con ellas acabo mi sincero deseo para todos de que paséis unas felices fiestas:


Próspero

Quizás porque el deseo va siempre a lo mejor,
cuanto viene según lo que esperamos
nos es feliz o venturoso o próspero.
Y es que uno se imagina
el futuro como algo que nos debe
un gozo que compense
el inmenso trabajo de estar vivos.
Esperamos por eso la alegría
como acto de justicia del destino
que nos da el fruto de cuanto sembramos.
Un próspero futuro, tan sólo ensombrecido
por la odiosa certeza de la muerte
a la cual esperamos y en la cual no esperamos.
Que todo, pues, nos salga
según lo que esperamos
y no según lo que tenemos
para que lo que hayamos de vivir
nos sea siempre próspero.

Juerga

Cuestión de espacio nada más.
Si lo estrecho o angosto es angustioso,
lo ancho u holgado habrá de ser jolgorio.
Del holgar a la huelga o juerga, un paso.
Quizás debamos en la vida sólo
ser felices hallando espacios libres,
una zona exclusiva con holgura.
No ver las rejas de la cárcel es
el paso primordial para olvidarlas pronto.
Ser feliz o encontrarse a gusto
es holgar a distancia de los muros.

32 Comments:

Blogger thirthe said...

que te sientas muy feliz en estas fiestas y que el año te sea próspero! (de la juerga ya hablaremos...)

24/12/08 8:53 a. m.  
Blogger Sofía B. said...

Ni falta hace decir lo que me ha gustado esta reflexión físico-filosófica del solsticio.

Pero lo de la juerga que quieres que te digas, yo indagaría un poco más a veces estar en pequeños sitios angostos también raya la felicidad.

Un abrazo para ti y los tuyos y no por ser navidad por ser tú

24/12/08 9:28 a. m.  
Blogger Isabel Martín said...

se que intentas juntar todas las palabras del mundo para desearnos felicidad.

gracias y felicidades a ti también, aunque sea de esta simple manera.

24/12/08 11:16 a. m.  
Blogger mia said...

Como siempre tu reflexion

es amplia y clara

Felicidades siempre

sin dias marcados

por el calandario

para ello,

yo vivo un poco entre solsticio

y solsticio suspendiendo

ilusiones.....

besos desde Dijon

24/12/08 12:27 p. m.  
Blogger Mamen said...

Felices días bonito.
Gracias por estar ahí.
Un abrazo maño.

24/12/08 12:34 p. m.  
Blogger DaliaNegra said...

Que te expandas con felicidad:)y que si los espacios se reducen sea para las caricias.Besos***

24/12/08 1:04 p. m.  
Blogger koffee said...

Haciendo un alto entre fogones, me siento a leer tu esmerado análisis y fíjate que no acostumbro a desear más que salud y paz para estas fiestas, pero, qué caramba! esta vez apostaré también por juerga y prosperidad, que nos hacen tanta falta como lo demás... o más.
Hoy y siempre, sé feliz, amigo mío!.

24/12/08 1:07 p. m.  
Blogger Isabel Mercadé said...

Maravillosa, maravillosa entrada, con esa lección etimológica y los poemas, no por bellos, menos instructivos.
Mis mejores deseos, una vez más para ti, queridísimo Ybris, ahora, en el futuro, siempre.
Un enorme abrazo.

24/12/08 3:21 p. m.  
Blogger Antón Abad said...

Ante la avalancha de deseos de felicidad que nos acucia (y a mí me atormenta), es muy grato encontrar esta maravilla, que con la excusa de felicitarnos, nos amplía el conocimiento y nos deleita. No le van a la zaga los poemas que cita amigo Ybris; ambos excelentes. Muchas gracias por esta entrada-bálsamo.

24/12/08 3:35 p. m.  
Blogger Lúzbel Guerrero said...

¡PLÍÑ! un diez (qué menos)

Se lo pregunto por última vez esta semana: ¿hace un pactito?....¡Sea bueno colega no se imagina el plus que significa para mi carrera que Ud. trague!
Si hasta me han ofrecido un plus por productividad si lo contrato
¡Espero que sea el CANAL PLUS!

24/12/08 3:39 p. m.  
Blogger mangeles said...

FELIZ NOCHE Y FELIZ NAVIDAD AMIGO.

GRACIAS POR TUS VERSOS...MUCHOS BESOS

24/12/08 4:38 p. m.  
Blogger Luisamiñana said...

Un beso, Ybris, y siempre gracias.
Feliz solsticio, feliz 2009.
Un abrazo.

24/12/08 4:40 p. m.  
Blogger Svor said...

Pero un muro ha salgado civilizaciones... es parte tambien de un bello paisaje. Detras de un muro hay magia siempre.

24/12/08 5:00 p. m.  
Blogger Maitena said...

Esta mañana he apurado hasta el ultimo segundo por que no quería marcharme trabajar sin leerte...después de darle varias veces al ."Actualizar" he tenido que salir pitando.

Sabia que tus deseos serian diferentes, mas elaborados pero con un fondo mucho mas humano y sincero.

después de todo lo que dices ....¿que puedo decirte yo?
¿que te quiero sin conocerte? ¿que auque te conociese y no te quisiese sentiría el mismo deseo de que fueses felix toda la vida?

Muchos besos Ybris

24/12/08 6:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Abundante felicidad para ti, Ybris. De parte de un corazón sincero.

Un beso, y muchas gracias por tus buenos deseos.

24/12/08 6:36 p. m.  
Blogger esperanza said...

Acabada la cremita de Nochebuena, una pausa corta y encuentro tus letras. Cualquier día es bueno para desearnos felicidad y la Navidad es mejor aún porque el deseo es más universal y digo yo que hará más fuerza, ¿no?.

24/12/08 6:49 p. m.  
Blogger gaia07 said...

Tan solo puedo añadir que usted, caballero, hace honor a esa etimología de la que habla el diccionario. Ya nos puede imaginar tras leerle cada día que publica, con la misma cara de satisfacción que teníamos cuando nos amamantaba mama. Y ya tiene usted la explicación de nuestra adicción a su blog.
Así que con esta pequeña contribución quiero hacerle participe de esa felicidad que me provoca, aunque no sea de mi familia.

24/12/08 10:56 p. m.  
Blogger Caminante said...

"holgar a distancia de los muros..."
Sí, hay que poner distancia... si queremos ser felices, si queremos dar felicidad.
Un abrazo... fuerte fuerte. PAQUITA

25/12/08 10:52 a. m.  
Blogger Cecy said...

Muchisimas Felicidades mi querido Ybris !!!!

chin chin

25/12/08 7:06 p. m.  
Blogger cordelia said...

Me ha gustado especialmente esta entrada. Siempre me ha interesado la raíz etimológica de las palabras.
Además todo eso es cierto. Para encontrar la felicidad hace falta estar seguro de que vendrá.
Y por qué motivo no iba a venir.

Besos y felices fiestas

25/12/08 11:28 p. m.  
Blogger Churra said...

Un poco tardía paso yo por aqui para felicitarte...pues que seas-hayas sido feliz, estado a gusto que es lo mismo.
Me reservo la felicitacion de año nuevo.
Un abrazo

26/12/08 12:50 a. m.  
Blogger Luzamarga said...

Mi abrazo y mi beso, Ybris.

Y sé feliz.

26/12/08 1:25 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

besos mil!

26/12/08 3:40 a. m.  
Blogger Diang Lugo said...

Yo estaba un poco perdida con el corre corre que equivalen a estas fiestas, familia que llega, amigos y pàre de contar... Pero me gustó mucho tu reflexión, siempre buscandole la lógica a la situación-.

Saluditos... Besos y deseo una excelente semana cargada d dicha y felicidad...

26/12/08 7:18 a. m.  
Blogger Tempero said...

Entiendo sobre todo un ámbito de prosperidad: la holgura en el pensamiento, en la forma de vivir, en la forma de relacionarnos. Un tornillo con holgura en una máquina puede significar desastre y de ahí la necesidad de apretarlo. Pero a las personas siempre las preferiré sin máquinas, sin tornillos y con holgura.
Saludos, maestro.

26/12/08 8:31 a. m.  
Blogger Ruth said...

muy buenos

besos holgados

dos

27/12/08 2:35 a. m.  
Blogger mad said...

JOAN BARRIL, El Periódico de Catalunya, 25/12/08

En el día de hoy se produce un extraordinario fenómeno. El tiempo se detiene y las aceras se vacían. Si se tratara de una fiesta familiar, la vibración del día se limitaría a los invitados. Pero la Navidad es una fecha compartida por centenares de millones de personas en todo el mundo. No es tan universal como el Fin de Año, que es un mero fenómeno astronómico, pero tiene la virtud del silencio. Porque el Fin de Año es ruido y jolgorio y la Navidad, en cambio, se vive con sordina.
El día de Navidad es un tiempo vacío. Se trata de una fiesta cuyo motivo mayor es su repetición anual. Los días de cada día no se diferencian excesivamente los unos de los otros. Pero la Navidad es una jornada cargada de recuerdos y también de presagios. Los niños, sin saberlo, están construyendo los recuerdos de mañana. Los mayores, sin admitirlo, se preguntan, ¿cuántas Navidades me quedan? Porque la Navidad tiene algo de revista cuartelera del regimiento familiar. La mesa es como la explanada de un cuartel. Allí se repasan las bajas, los achaques, las arrugas, pero también los nuevos reclutas armados con biberones, los cuerpos expedicionarios de novios y de novias, esos que en la tradición catalana reciben el nombre de "los sobrevenidos". Y también ese personaje que no es de la familia, pero como si lo fuera, y que se ha quedado solo en el transcurso del año. En Navidad todas las sillas han de estar ocupadas. No se concibe una Navidad nómada, excepto claro está en los rebeldes.
Dejando a un lado su origen religioso, ¿cómo podríamos explicar la Navidad a un extraterrestre? Todos los rituales, si se someten a la lupa de la razón, tienen algo ridículo. Un árbol engalanado en un rincón de la sala y unos regalos colocados junto a su tronco. Un personaje obeso y barbudo que se desliza supuestamente por las pocas chimeneas que quedan. Una cena o una comida en la que se reproduce la abundancia anual de la escasez crónica. A menudo se cruza en nuestro camino algún personaje de esos que odian la Navidad. Ante tanta presión comercial y sentimental, hay gente dispuesta a sentirse sola frente al mundo y viven esta fiesta con la actitud altiva de "no podrán conmigo". Para esas personas, recibir un sincero deseo de feliz Navidad es como mostrar una cabeza de ajos al vampiro.
Todos los escritores han escrito su cuento de Navidad, precisamente porque la Navidad es una pizarra que todo lo admite. En este día se despiertan las neuronas de esa materia cerebral tan desconocida llamada bondad. No hay nada más peligroso que la conciencia de la bondad, porque inmediatamente asoman todos los momentos de maldad que somos capaces de desarrollar. Pero el día de Navidad, entre la calma de las horas previas a la comida y el cansancio adormilado del café, aparece una extraña espiritualidad de vida detenida. La Navidad es una isla entre la bruma. Es ese lugar en el que guardamos todo aquello que no sabemos explicar de nosotros mismos. Tal vez allí se encuentra la materia inicial de nuestro final. Si tenemos la conciencia de la muerte, en los últimos minutos llegarán los ecos de nuestras primeras Navidades. También las de los escépticos.
Para no pensar demasiado en estas cosas, la Navidad se explica no tanto por lo sentido cuanto por lo comido. Como decía el poeta, en días como hoy hemos traído nuestras vidas aquí para contarlas. Pero, en realidad, deberíamos dejar un pequeño espacio de soledad para contarnos a nosotros mismos y citarnos hasta el año próximo.


Y un gran abrazo...

27/12/08 11:30 a. m.  
Blogger Fermín Gámez said...

Felices Fiestas, Ybris, y que el año que entra sea próspero en todo lo bueno de la vida, pero sobre todo en amistad y en poesía.

Un abrazo.

27/12/08 6:55 p. m.  
Blogger PIZARR said...

Ojala Ybris todo nos salga según lo que esperamos y no según lo que tenemos hoy... me quedo con estas palabras tuyas... OJALA...

Te deseo mucha de esa felicidad que tan bien has analizado con esas letras tuyas, llenas de sabiduría como siempre.

Un abrazo muy grande y un Feliz Nuevo Año

27/12/08 9:01 p. m.  
Blogger irene said...

También quiero dejar aquí mis deseos de felicidad para ti, no me gustan demasiado estas fiestas, casi me producen lo contrario a la felicidad, pero haré un esfuerzo para aturdirme con esta vorágine y no pensar demasiado.
Un abrazo, Ybris.

27/12/08 9:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La felicidad está en un lugar pequeñito, en el fondo del corazón. En Navidad o en verano, donde tú la lleves, ella estará. Besos y feliz año!!

28/12/08 12:02 a. m.  
Blogger manuel_h said...

abrigadito y amamantado, preparado para un dulce sueño...

6/1/09 10:01 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home