10.6.09
Aunque el pasado año no dejé aquí constancia de mi paso por la Feria del Libro de Madrid –y eso que me pasé también por la de Zaragoza- no quiere decir que faltara a esa cita ineludible para mí desde que tengo uso de razón y siempre que las circunstancias imprevisibles no lo hicieron imposible.
Pero este año no seré desleal a la reseña de esa inveterada costumbre que cumplirá su cuarto número ordinal desde que me asomo a estas ciberpáginas. Me gusta imaginar que, puesto que nunca celebré el día de mi santo a pesar de las presiones familiares por hacerlo en aquellos tiempos en que el martirologío o el calendario cristiano influían tanto como la religiosidad materna en esa celebración, la invariable afición a la lectura que se me inculcó y a la que me entregué gustosamente desde que aprendí a leer ha sido la auténtica fiesta de mi onomástica.
Sea como sea, lo cierto es que la anual llamada de los libros volvió a enfrentarme con un año más para poner a prueba la escoliosis y la terca resistencia al paso del tiempo con el antídoto de la ilusión por seguir mirando a través de quienes se dejaron su visión del mundo entre lo escrito. Bien flanqueado por la compañía que siempre –como en tantas otras cosas- me asiste en este trance, me acerqué con la idea ya clara de encontrar tangible a algunos a quienes ya había encontrado por aquí de modo menos palpable aunque no menos cierto. Como todos los años aprovecho para adquirir allí el último premio Hiperión de poesía que este año me había sorprendido por tener el mismo título que un blog enlazado por Kike Sabaté: Tras la puerta tapiada. Al seguir el enlace descubrí tarde que se trataba de Francisco José Martínez Morán, un madrileño con marcadas raíces en Alcalá de Henares, y del que ya no podría obtener la firma allí por habérseme pasado el día 29 en que lo hizo.
Fue culpa mía (por no llevar apuntada la referencia) –y de los del Stand (por no saber localizármelo por el nombre)- el no poder hacerme allí en Rialp con ninguno de los dos accésits al premio Adonáis de Fermín Gámez publicados por esa colección, ni de ningún otro de los seis excelentes libros de poemas que tiene publicados. Una vez degustadas extensa y profundamente las muestras que aporta en su blog, está claro que me haré con todos ellos en breve.
Y, puesto que de sorpresas va la cosa, nos encontramos aposta en Anaya con la jovencísima y encantadora Lucía Serrano y su cuentecito infantil ilustrado, escrito y premiado El día que olvidé cerrar el grifo. Tras la sorpresa de identificarnos y reconocernos (¿Qué sois los padres de C ...? ¿Qué conocéis a D ?) aprovechamos para que nos firmara dos para los nietos diminutos que ya empiezan a aficionarse a la lectura.
Pasando por la UNED ya no tuve más remedio –tras haberme hecho con la antología de poesía lírica antigua bilingüe de Carlos Alvar y Jenaro Talens, Locus Amoenus , en todos los idiomas de la península ibérica hasta el siglo doce– que adquirir la Antología bilingüe de la poesía vasca seleccionada por Patricio Urquizu a partir de los primeros rastros escritos de la tradición oral desde el siglo catorce hasta los poemas escogidos del siglo veinte.
La visita concluyó –tras contemplar las magníficas fotos sobre el aire que este año Joaquín Araújo seleccionó para deleite de paseantes- con la sorpresa de la firma de Ángel Guinda de varios de sus numerosos libros de poemas. Tras preguntarle por Fernando Sarría y Luisa Miñana, el punto de contacto más adecuado que teníamos en común, le presenté a firmar su curioso poemario Toda la luz del mundo. Minimal love poems, traducido a veintitrés idiomas de la UE. Allí dejó escrita su dedicatoria “con la alegría de nuestro primer encuentro y la emoción de la amistad con Fernando Sarría y Luisa Miñana”.
Eran casi las nueve cuanto terminamos. Una vez más esta pretendida onomástica-cita anual había dejado su huella como lo que no tenía otra razón de ser que el contacto con los libros y la ya constatada convicción de que un libro es mucho más cuando lo escrito te lleva a la persona que lo escribió.
De esas personas esta cita sabe hacer como ninguna otra el descubrir un lado amable y atractivo de lo más hondo de sí mismos.
Aquí mi gratitud a todos ellos y mis disculpas por no citar a quienes sin duda estarían en algún sitio que se me pasó y a los que conozco de estos sitios blogueros en los que los frecuento.
16 Comments:
Ays, que éste año no he podido, ays qué envidia me das, malaje!!
Bueno, al menos tomaré como referencia algunos de tus libros y me consolaré, vagando por alguna de mis librerías preferidas.
No hay derecho!!! jajaja
Besos con páginas.
también es una cita a la que me gusta acudir, aunque este año he faltado..
y es que ir y no comprar no tiene sentido.
besossss
Qué bueno Ybris, te imaginé recorriendo los stands y reencontrándote con amigos que ya conocías por sus letras, poder tenerlos allí y darles un abrazo.
¡Qué bueno disfrutar de ese momento!
Besos
Aun no he ido....pero veré de ir...hay tantas cosas que ver que hacer....uffff ...
Besos
Las onomásticas así cumplidas son una verdadera celebración y no cuesta cumplirlas.
Conocer a las personas que escriben tanta magia en su verdadera grandeza -la personal- y no solo la imaginada es un regalo insuperable, todos los esfuerzos son justificados y aún más tan bien escoltado.
Muchísimas felicidades Ybris por tan maravillosa fiesta.
Yo adoro la feria del libro... Nunca me pierdo una en mi ciudad... Es lo máximo...
Espero disfruten del recorrido...
Besos...
¡Que gusto querido!me imagino el placer de ese paseo, la ilusión de ir haciéndote con libros, la de poner caras a sus autores..ah, que gozada. Y luego dicen esto del libro electróncio...quita, quita. No creo que pueda sustituir estos momentos.
Me ha encantado eso de que sustituyes tu santo por el día del libro jeje.
Un besazo querido.
Estupenda crónica. Ángel es un ídolo aquí y buen amigo. Recita sus poemas como nadie.Yo estuve por ahí pero me fui al Real...¡Pecador!
Un abrazo.
¡nunca he ido me encantaría ir! Igualmente te invito a visitar Barcelona por Sant Jordi, a ver si nos hacemos un poquito de guía!
Este año tampoco me he pasado el anterior sí, con Francisco me une una cierta amistad y además pude ser alumno suyo en la Universidad de Alcalá, enlazado lo tengo por esa amistad.
Erews hombre de mundo amigo mío y esto de los blogsa no deja de ser mundo, con su algo de demonio y bastante de carne aun cuando sea carne magra y a veces tocino.
Un fuerte abrazo sin envidia pero como siempre con admiración.
feliz onomástica, entonces!!
Eres muy amable por mencionarme. Un abrazo.
¡¡Que grande¡¡ eso de celebrar tu onomástica el día de la feria del libro...genial ejjejee...
Hoy hablaba yo con compañeros de trabajo de eso de "los libros"...los libros para leer, los libros para tocar, los libros para amar y coleccionar...tantos libros tan diferentes.
Le decía a mi compañero JOrge , que por su cumpleaños, que le iba a regalar el libro sobre la exposición en el Prado de Sorolla, pero sólo con la condición de que se lo dejara tocar y ojear a su niña, Marina de 4 años.
Él decía... pero , pero...y yo le decía ...nada..tienes que dejarla tocarlo y ojearlo, para que disfrute...ya veras como no lo rompe mucho...jejeje
Hay libros para amar, para aprender, para leer, para guardar, para .....
Besos y feliz onomática amigo Ybris
Imagino que la feria continuará en esa calle que hace subida de Atocha, que parece adentrarse en el parque...
Para cerrar, ¡tenían que echarme!.
Pasé un par de años en tu ciudad, maravillosa, una vez liberado del caqui en la pensión, ya sabes....
Estoy en Babia, no me entero de nada, me hubiese gustado que Ángel Guinda me firmase alguno de sus libros de poemas, tampoco tenía conocimiento de la selección de poesía vasca de Patricio Urquizu Sarasua, y eso que, salvando las distancias de estamento, es compañero mío.
De todo se aprende, el próximo año, a priori, me informaré mejor.
Besos.
Estoy contigo Ybris en eso de que el libro es mucho mas cuando te lleva a la persona.
Son ya media docena los amigos blogueros que frecuento y que han publicado sus libros y nada me ha llenado más de satisfacción en los últimos tiempos, que tener esos ejemplares en mis manos.
Descubrirles aún un poquito más a partir de esas letra encuadernadas y no transportadas a la pantalla del ordenador a partir de extraños codigos binarios.
Igualmente compartir las presentaciones de algunos otros libros con sus autores es algo que me llena muchísimo.
Veo que compartimos alguna que otra pasión querido Ybris.
Por cierto gracias por descubrirme a ese premio Hiperión de poesía y su blog.
Un abrazo
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