1.11.06

Palabras como viento

Y de nuevo otra vez me tienen las palabras
y no yo a ellas. Arrastrado soy
por ese vértigo de viento agudo
que hiela, empuja, mece, agita
la mudez que quisiera abandonarme
en la falaz parada del haber llegado.
Extraña sensación de estar moviéndose
en la quietud profunda de la contemplación.
Da lo mismo el lugar a que ese viento lleve.
Al final las palabras acaban reposando
en las dulces praderas del edén
donde el viento profundo es la sorpresa.
Sorpresa de moverse y repetir
el mismo canto que nos susurra el viento.

16 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Será el viento nocturno, el cierzo de alma abandonado buscando en las palabras su ventura...o será viento del sur, cálido y fecundo, amante húmedo donde al cerrar los ojos nada más que su amor percibes?, que sea el viento que te arrastra dúctil mano amiga para que el edén no sea una quimera...un abrazo de noviembre.

1/11/06 10:52 a. m.  
Blogger manuel_h said...

al final tú, las palabras, tú: qué más da quién tiene a quién? déjalas que te acunen

1/11/06 11:28 a. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

Justo hoy para comenzar mi relato elegí un viejo tema de Andrés Calamaro que dice que "entre los dos hay palabras escritas con viento" :)

Hasta las palabras impresas alguna vez fueron viento.

Y no importa quien tenga a quién, entre vos y ellas siempre terminan entendiéndose para felicidad de quienes te venimos a leer.
Así que yo espero a que vos atrapes a una y hagas una de tus maravillas o ellas te atrapen a vos y te dejen plasmado como tantas otras veces.

De momento te imagino a vos sentado en una reposera contemplando la tarde quieta y a ellas todas por ahí escondidas entre las macetas a la espera de ser descubiertas.

Besos y por un feliz encuentro!

1/11/06 1:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"Sorpresa de moverse y repetir
el mismo canto que nos susurra el viento."

Espléndido final... el poema es hermoso y... otoñal, ciertamente.

La tarde anda perezosa y aventolada por esto parajes; sopla el cierzo, nuestro viento del noroeste, nuestro viento del Moncayo, en un día becqueriano. Tarde de contemplación, sin duda. Tarde de dejarse arrastrar.

1/11/06 5:41 p. m.  
Blogger Carz said...

La excepción confronta a la regla, al igual que la roca al viento...
pero el viento nunca cesa.

Un abrazo

1/11/06 5:55 p. m.  
Blogger ferfo said...

Más me parece a mí que eres tú quien las posee a ellas,
y si no, bien alineadas las dejas.
Y que así sea.

Un abrazo

1/11/06 7:02 p. m.  
Blogger DaliaNegra said...

Afortunadamente las palabras te tienen.
Y nosotros podemos gozar del resultado de la posesión...
Bello y sereno, como siempre,Ybris.No me canso nunca de leerte.
Un beso grande*

1/11/06 8:00 p. m.  
Blogger ZenyZero said...

Es verdad. A mi también me atrapan las palabras, como en un juego perverso en el que es imposible esconderte de ellas, me envuelven. Me obligan a reconocer su textura, su color, su olor, su densidad, para dar forma a mis pensamientos. Fabricada la historia con ellas, aún quedan siempre palabras sueltas, tramposas unas que no se dejan ver, cohibidas otras que no quieren ser vistas.
La historia es una nube formada por millones de gotitas; una nube en la que cada uno busca un sentido, una forma. Cirros huidizos, o cúmulos que auguran tormenta.
Un juego que nunca termina.

Chuff !!

1/11/06 9:30 p. m.  
Blogger Chalá perdía said...

Palabras tuyas en este paraiso de Edén donde tú las dejas tras cazarlas al vuelo, ordenarlas y hacer que me pregunte: ¿cómo es posible el milagro? si todas las palabras están en el diccionario...¿porqué yo no las encuentro?

2/11/06 7:29 a. m.  
Blogger Maitena said...

Si las palabras te atrapan, si su viento te envuelve...
Sin ninguna duda estas leyendo a un buen escritor poeta.

Abrazos, (recogí tu lagrima y la guarde junto a las mías

2/11/06 8:06 a. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Es cierto Ybris...cuando las palabras desbordan...y nos llevan...nos mecen, y la mente se cubre de alisios, de céfiros, de clamores...
Silenciarlas es intentar salir de un huracán, la calma no llega...
Encerrarnos en ellas una sensación de temor y placer, tan confuso...
La vida no puede enmudecerse, por mucho que callemos.
Que tu alba te deparé las palabras que ansías.
Una vez más... Olimpia.

2/11/06 2:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las palabras acaban reposando, sí, pero en nuestros oídos suenan dulces, una y otra vez, mientras nuestros pies arrastran con su marcha las hojas secas.
Bello cuadro de otoño!.

2/11/06 7:41 p. m.  
Blogger thirthe said...

si, justito eres, un poseído por las palabras. Ni que tengas a todos los duendes matutinos orientados hacia ti.

2/11/06 8:39 p. m.  
Blogger Edu Solano Lumbreras said...

Y entre tenerlas y que te tengan, existe el ser palabra, el ser viento, el ser mo con el viento. Movimiento.

Que cuando canto no miento.

Que estoy volviendo.
Y viendo.

Porque llegar se llega y no es mentira.
Que cuando canto no miento.

3/11/06 1:21 a. m.  
Blogger Insanity said...

Felicidades, Ybris.
Tus palabras son inolvidables.


"O que o vento não levou"

No fim tu hás de ver que as coisas mais leves são as únicas que o vento não conseguiu levar:

um estribilho antigo
um carinho no momento preciso
o folhear de um livro de poemas
o cheiro que tinha um dia o próprio vento...

-Mario Quintana-

Un abrazo

4/11/06 8:08 a. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Vengo de tu poema de 2009 donde la sorpresa es escarbada...a este, en donde la hallo en las palabras.
No quiero pensar que la palabra es incapaz de llevarte ahora como lo hizo entonces.

Quizá sea una buena idea que tú mismo te releas. (no es un consejo es simplemente una idea)

Yo sigo haciendolo (releerte) cuando el tiempo y la calma me lo permiten, y te aseguro, que es una aventura placentera.

Un beso,

Olimpia.

27/9/09 6:24 p. m.  

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