3.9.08

Leyes no escritas, 14: La ley del Talión

Por más que esta ley se considere ley no escrita, sólo es cierto en la actualidad, ya que el Código de Hammurabi, la Biblia en su Pentateuco y no pocos ordenamientos jurídicos antiguos se hicieron eco de ella y la expresaron por escrito. Incluso se consideraba un avance humanitario en cuanto que establecía la equiparación del castigo con la pena sin concesiones a una venganza indiscriminada.

Pero pasados ya aquellos lejanos tiempos de la Torá en que Dios nunca habría de dar cuenta de sus arbitrariedades por mantener la primacía y la subsistencia de su pueblo, pocos hoy mantienen, si no es por motivos de tradición religiosa, la justicia de una ley que devuelve mal por mal.

Es evidente que, tomada así, la ley del “ojo por ojo” no es más que la expresión de la venganza que a todos, como carcoma en viga vieja, nos corroe.

“Si la haces la pagas”. Tal parece cual si lo tuviéramos grabado a fuego en las entrañas. Sólo unos pocos héroes, que conservan la lucidez de la razón en medio del sufrimiento y la injusticia de la agresión inicua, son capaces de decir: “Ningún daño ni castigo infligido a quien me hirió me habrá de devolver lo que me arrebataron”.

Y así el castigo como restauración de un orden irreconstruible tras la ofensa se ha ido abriendo paso como expresión moderna de la ley del Talión. Mucha gente que se queja de la violencia inculca a sus hijos el golpe por golpe: “Si te dan tú no te quedes quieto”. En el fondo todos sabemos que ese no es el camino de la paz. Dentro de lo vergonzoso y humillante de poner la otra mejilla todos reconocen, sin rendirse a practicarlo, que los caminos de la paz jamás pueden venir de la mano del odio y la venganza. Es mucho más probable y, por supuesto mucho más firme, la paz del que reconoce la parte de razón o de justificación que asiste a sus antagonista que la paz del que se calla por temor a las represalias.

Claro que el hecho de reconocer una cosa en teoría no garantiza que haya de tomarse como camino seguro para lograr lo que se pretende. Es extraña la estúpida satisfacción del que se venga aunque sepa que no sirve para nada. Todos hemos escuchado en pequeños círculos la expresión iracunda con que algunos pretenden “sacarse la espina” de la injusticia clavando otra tan injusta como la padecida y creyendo que así su herida quedará curada.

Quizás la ley del Talión sea un freno a la espiral de la violencia creciente mediante el círculo de la violencia equiparable, pero en el fondo el avance que Jesús de Nazaret o Gandhi proponen de luchar contra la violencia con las armas de la paz y de la justa resistencia habrán de ser el único camino que nos salve de la fiera insaciable de venganza que llevamos dentro y que corroe como lepra el mundo que vivimos.



26 Comments:

Blogger Maitena said...

Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego. (Gandhi)

Abrazos

3/9/08 6:34 a. m.  
Blogger marea@ said...

uff, si te toca un caso de cerca, la venganza gana enteros y se pierden los principios tan humanos que describes... yo no sé si sería capaz de seguir las palabras de Jesús (que por otro lado está lleno de contradicciones según los escritos) o de Gandhi.

Te pongo un caso como ejemplo... atentado en Renfe (Atocha Madrid) un familiar en los vagones reventado por una mochila asesina colocada a conciencia por una persona sin escrúpulos... si me topo con esa persona por la calle, le cuelgo una mochila idéntica a su espalda y que tenga la misma vivencia... ¿ojo por ojo, o justicia, o igualdad de condiciones?... es muy complicado este asunto amigo mío.

Un abrazo. Marea@

3/9/08 9:16 a. m.  
Blogger Margot said...

Ufff tema complicado el de hoy, Ybris...

Porque en pocas leyes como en esta, se ofrece la disyuntiva de razón-emoción tan delimitada y subjetiva. O esa otra más hipócrita de "lo que es beneficioso para la sociedad no tiene porque serlo para mí" y así como todos estamos de acuerdo en la barbarie que significa el ojo por ojo, no estamos tan seguros de que ante un dolor o una injusticia que nos supere no vaya a aflorar el babilonio que todos llevamos dentro...

Particularmente aborrezco la venganza, sobre todo por su sinsentido a la hora de paliar mi dolor (no creo que lo logre salvo de una forma momentánea) pero puedo llegar a entender la pulsión que representa. Y ese "puedo llegar a entender" ya me asusta.

Besote en calma!

3/9/08 10:52 a. m.  
Blogger mia said...

Que quede impugne una tremenda ofensa

no es justo,pero confiar en la justicia,

es un menester frente al cual,no todos

estamos aptos.Es verdad que no desahoga,

ni devuelve ojo ni diente,pero el humano

es tan diferente...

Unos elaboran paz sin saberlo

y otros en la guerra se sienten

mejor sin entenderlo...

♥♥♥besos♥♥♥,ybris

3/9/08 11:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por desgracia el mal existe. También gente que comete acciones criminales, aunque no sean malos, y la cárcel es el remedio para no tener que ejercer esa ley. Se arrincona al agresor para que no pueda tener contacto con los demás durante un tiempo en el que se pretende su rehabilitación que en muchos casos no resulta.
Creo que la venganza, a veces, es un instinto de supervivencia del ser humano, pues si devuelves el golpe te aseguras de tu propia supervivencia. No sé, a lo mejor me he pasado con la hipótesis de una evolución darwiniana.
No me eches mucha cuenta.
Un beso

3/9/08 11:33 a. m.  
Blogger Xiketä said...

La justicia no es un arma de venganza, y aunque algunos se empeñen en tomar la justicia de su mano, y creerse Dios para utilizar las mismas armas con que fueron heridos, eso no funciona!
Puede que mi forma de verlo sea otra forma de venganza, no lo se, pero toda la vida he oido que la vida se encarga de poner a cada uno en el lugar que merece, y yo espero que el tiempo lo haga cuando alguien hace el mal porque sí.
Y es totalmente cierto! A veces tienes mucho tiempo de espera, pero ya casi cuando te has olvidado, ves como esa persona bebe de su propio veneno, y no porque tú te encargues de hacerlo, sino porque él mismo lo ha conseguido con sus actos.
Buenas reflexiones con estas leyes, Ybris.
Besos

3/9/08 11:42 a. m.  
Blogger josef said...

"Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego", decía Ghandi. Y no se equivocaba: ciego de odio sobre odio. Lo cual, en efecto, no resuelve nada. La ley del Talión era una ley antigua y cruel que sólo inculcaba severidad y dureza contra la crueldad. Y ése, no es el camino de una sociedad supuestamente avanzada como la nuestra. De todas formas, deduzco de algunas opiniones anteriores que cierta gente (espero que sólo sean algunos) sigue defendiendo o dando cierta razón a la vieja ley del ojo por ojo. Estamos cayendo tan bajo? Desde luego, no creo que les apeteciera que se la aplicaran a ellos; pues sólo ganarían una cosa: Mucho más odio. Un saludo, buen post!

3/9/08 12:00 p. m.  
Blogger Mamen said...

A mí el ojo por ojo me parece un poco peligroso (me ha salido un pareado sin pretender frivolizar).

En cualquier caso, tema complicado como ya se ha dicho.
Besos, Ybris.

3/9/08 12:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que difícil lo pones hoy...pero tienes razón.
El impulso de devolver la pelota es solo eso, un impulso. Nunca repara el daño, nunca, aunque al principio lo parezca. Creo yo.
De todas formas reconozco haber deseado a quien me ha hecho daño que reciba lo mismo que da. Exactamente lo mismo.
A veces parece la única forma de que seamos conscientes de la verdadera consecuencia de nuestros actos.
Que burros somos Ybris, que inconscientes.
Besos

3/9/08 2:34 p. m.  
Blogger mangeles said...

Suscribo tu opinión amigo Ybris. La vengaza nos sirve para nada. La venganza es la satisfacción de los violentos. La justicia es otra cosa. La justicia es decirle a alguien "ESO NO SE HACE" Y "NO LO CONSENTIMOS" y si este alguien "lo comprende" será un gran éxito...y si "no lo comprende"...volveremos a enseñárselo.

Un beso, amigo

3/9/08 2:40 p. m.  
Blogger Tempero said...

Una sociedad que se ha criminalizado tanto y la pérdida del respeto más mínimo hacia la persona hacen que la venganza personal o bien la colectiva, a través de la pena o el castigo se propague sin remedio. Sinceramente, la instauración de la paz la veo compleja, no por deseo sino por la constante erupción de violencia que reaviva los fuegos vengadores. Antes de plantearme el NO-DE-LA-VENGANZA me plantearía el NO-DE-LA-VIOLENCIA. Tarea no fácil.
Saludos.

3/9/08 5:05 p. m.  
Blogger libertad said...

Por muy difícil que parezca llevarlo a la práctica, así es. Lo que dices en el último párrafo, digo. A mí me gusta recordar siempre una frase que recogió en el Pandemonium mi amigo Semielfo..."que uno de sus deseos era encontrar la debilidad en la agresión". Yo también lo creo.
Un beso, querido amigo Ybris

3/9/08 5:47 p. m.  
Blogger Raquel Graciela Fernández said...

La venganza es tremenda; pero a veces (a veces) nos hacen tanto daño que nos olvidamos de todo y lo único que queremos es vengarnos.
Muy buen texto, como siempre.
Un abrazo y que tengas buen día.

3/9/08 6:22 p. m.  
Blogger koffee said...

Naturalmente la razón te asiste, pero somos humanos y cuando las vísceras impiden reflexionar corremos el riesgo de llegar al ojo por ojo. Y fíjate que hablo de un riesgo que no quisiera correr nunca. Pero "mama loba" no sabe de su reacción si tocaran a sus lobeznos...

3/9/08 7:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hablando se entiende la gente...
y asi no te entiendan..
sigue hablando : )

3/9/08 8:00 p. m.  
Blogger Max B. Estrella said...

¡Si, todo muy rico amigo YBRIS!, ... peeeerooo (¿a que sabía que ahora venía esto?
Creo que hay distintos niveles de aprendizaje, y por ende, de didáctica; hay gente a la que un buen par de patadas en el culo, o en el bolsillo (que duele más aún) les da una aproximación a la idea de justicia que no habrían de tener con una respuesta "doble mejillonera"
La ley del Talión debe seguir existiendo para los traviesos y las faltas menores, como recurso cercano y popular para poner las cosas en su sitio; para los inaccesibles grandes criminales, políticos, jueces corruptos y especuladores, se seguirá utilizando la otra ley ancestral: la del embudo

PD: ¡hagame caso YBRIS!, no se prive nunca de una putada a un cabrón, verá qué cutis se le queda.

3/9/08 8:03 p. m.  
Blogger Chalá perdía said...

Vaya, de nuevo recuerdo a mi abuela, decíamos de ella que tenía apuntado allí en un recóndito lugar de su mente todo lo que le habían hecho de bueno y malo en su vida, ella actuaba en consecuencia y sin dudar al favorecer o putear según la demanda.
Reconozco esos comportamientos, como los de la ley del talión: algo primitivo y funcional, pero poco acertado.
Es más sano olvidar las ofensas y hacer lo posble por no enfermar la sangre con venganzas que no arreglan nada. Siempre mejor tomar decisiones prácticas, sale mejor. Nadie merece un minuto de odio en el pensamiento, hay maneras de actuar sin violencia, siempre.

3/9/08 11:02 p. m.  
Blogger Carz said...

La no violencia es una buena filosofía, es más, es tan buena que es una utopía, como que los gatos llevasen cascabeles (claro, no para los gatos que los llevaría a la extinción).

El éxito de Gandhi se debió a la empatía (de la opinión pública, no de los militares) a la que se enfrentó con la resistencia pacífica. Pero... si te enfrentas pacíficamente a alguien que te ve como "algo" a extinguir, el cuento cambia (unos seis millones de judíos ya no pueden atestiguarlo, por ejemplo).

El sistema penal (se me ocurre) se pensó para dos objetivos:

1.- Apartar a quien hace daño y, si es posible, reinsertarlo.
2.- Objetivizar a priori las penas y limitar la venganza.

Claro, que el hecho de que la justicia se aplique con justicia es otra utopía, pero es un marco de referencia, cuando menos.

Un abrazo.

4/9/08 2:27 a. m.  
Blogger UMA said...

El “ojo por ojo”y el “Si la haces la pagas” es cosa de todos los dìas, en las pequeñeces cotidianas para ser honestos.
La gente no acude a la venganza para curar la herida, es la ira la que lo mueve a que el otro tambièn sienta dolor y si puede inflingirle uno mayor, mejor.

Creo que en lo cotidiano se ve lo que somos, lo que somos capaces de hacer y caemos, Ybris, claro que caemos.

Los caminos de la paz son bellos, luminosos, asì tanto como utòpicos, por eso digo que en lo cotidiano està la clave.
Esto quiero, esto elijo.

Hay muchas injusticias, demasiadas, uno las ve, no las ha sufrido y se pregunta: -Què harìa yo en ese lugar, en medio de esa desgracia?
Y a veces la imaginaciòn da respuestas durìsimas.

Un besote Amigo.

4/9/08 11:26 a. m.  
Blogger sergisonic said...

contradictorias sensaciones, Ybris. Ante un debate como éste siempre me acabo preguntando lo mismo: ¿sería yo capaz de cometer una bestialidad, meramente por venganza? ¿Es reparador ese sentimiento?

Con contradicciones, claro, que uno es imperfecto, pero el ojo por ojo es algo demasiado frío como para que una persona humana lo aplique.

Abrazos

4/9/08 3:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

la ley del talion es un boomerang o es una cosa e hombres mas que de fisica?

un beso

te espero en
www.insidebunny.blogspot.com

4/9/08 4:41 p. m.  
Blogger © José A. Socorro-Noray said...

...Mas si hubiera muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. (ÉXODO 21, 23-25)

El Código de Hamurabi (artículo 296-297) se recomendaba aplicar un castigo parecido. Por ejemplo, si acontecía la muerte de un hijo menor, entonces por dicho delito, el homicida no era castigado sino que se mataba al hijo de éste en compensación.

Posteriormente, la Torá del Pentateuco en el mundo hebreo propugnaba esta Ley hasta que el Talmud lo abolió, supliéndolo por una pena económica. Por ello, "con la vara que mides serás medido" o "no hagas a otros lo que no quieres para ti", sólo son conceptos para la convivencia pacífica del ser humano.

La Ley de Talión, o lo que vulgarmente se conoce por " ojo por ojo", sólo genera violencia o, a lo más como decía Gandhi, un mundo de ciegos. Quizás sea mejor practicar "amaos los unos a los otros como yo os he amado" de Jesús de Nazaret.

En última instancia, es preferible practicar la siguiente sentencia: Vive y deja vivir.

Un abrazo

4/9/08 7:55 p. m.  
Blogger Ego said...

Se supone que Jesús se cargó esa ley.
Claro, también se supone que se cargó muchas cosas que ya se encargaron de coser sus acólitos, hasta llegar al Natzinger de turno.
(Iba a poner la misma frase que Amparo, pero ella fue más rápida)
Un (b)eso desde la alucinación...

5/9/08 1:45 a. m.  
Blogger Isabel Martín said...

Interesante debate este.
Coincido con xiqueta. Yo también pienso, o necesito pensar, que el tiempo pone a cada uno en su lugar.
Lo que pasa es que hay ciertos delitos (sobre todo si son cometidos contra un@ hij@ y llevan además violencia sexual incluida) que son imposibles de llevar para quién los sobrevive. A estas personas es más que lógico que les llame el afán de venganza, supongo que a quienes estén cerca les toca 'controlarlos' para que todo quede en un desahogo emocional y no acabemos todos ciegos.

feliz finde.

5/9/08 10:41 a. m.  
Blogger manuel_h said...

y qué miedo da ver gente alrededor que grita confundiendo justicia con ese Talión!

7/9/08 5:12 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

He sido y aún soy leprosa, reconozco la condición de mis llagas.
Por mucho que se bañe la piel con pétalos de perdón...a veces sale el "alien" de la venganza.
Como todo, el tiempo mata cualquier vida alienígena imposible de persistir en un mundo oxigenado por la remisión de la ofensa recibida.
Erramos si creemos que el resentimiento es incompatible con la pacífica justicia....por que a veces uno no venga su dolor y no por ello lo elimina.

Olimpia.

2/10/08 12:40 a. m.  

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