Una divagación sobrevenida por sorpresa
Hoy no tenía previsto escribir nada aquí porque hay veces que necesito leer sin pensar en poner por escrito mis reflexiones.
Pero iba leyendo a Brines y caí en la trampa mortal de estos versos suyos de los que ya era prisionero hace tiempo:
Un día no serás, y nunca el mundo
sabrá que pudo ser siempre más bello
con sólo retenerte. Yo soy ese testigo
que canta, sin furor, tanta demencia.
Soy yo quien ha vivido
la desventura de tu muerte. Eso que nadie,
ni tan siquiera tú, sospecha que ha ocurrido.
Y se me ocurrió lo siguiente:
Un día vendrá el alba
y yo ya no estaré.
Ignoro cómo habrá de ser mi ausencia
excepto por el hueco evanescente
con que algunos en vano intentarán
escribir mi recuerdo entre las nubes.
Cuando incluso mi ausencia
un día no amanezca
quizás la aurora tenga
una pequeña mella
en sus rosados dedos.
No me hagáis mucho caso. Soy mucho mayor que la inmensa mayoría de vosotros y ya entré en esa veteranía de la que Benedetti decía que “la muerte empieza a ser la nuestra” (Poema completo en comentarios) . Pero he perdido todo el respeto a la muerte que forma parte natural de nuestra propia vida en la misma medida en que jamás me he acostumbrado a la vida injustamente amordazada por la muerte.
(Sé que cuando el día se desperece me llamaré imbécil por haber publicado esto. Pero esa es una desgracia a la que ya estoy acostumbrado. No en vano uno todavía no sabe cuándo es Jekyll y cuándo Hyde).
33 Comments:
El poema citado de Benedetti es:
Pasatiempo
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
"Pero he perdido todo el respeto a la muerte que forma parte natural de nuestra propia vida en la misma medida en que jamás me he acostumbrado a la vida injustamente amordazada por la muerte."
Y se te ocurrió lo siguiente:
"Un día vendrá el alba
y yo ya no estaré.
Ignoro cómo habrá de ser mi ausencia
excepto por el hueco evanescente
con que algunos en vano intentarán
escribir mi recuerdo entre las nubes.
Cuando incluso mi ausencia
un día no amanezca
quizás la aurora tenga
una pequeña mella
en sus rosados dedos."
Yo te deseo esa pequeña mella en los rosados dedos de la aurora.
Hay algo que debes saber antes de irnos:
Tu palabra es palabra
Tu voz es voz
Tu presencia es presencia
Literalmente
Felices aquellos que se saben en tu compañía, Ybris.
Mi saludo sincero.
Preciosa Insanity:
Tus palabras a estas horas me dejan fuera de combate (Y lleno de agradecimiento).
No sé si -por las horas a que me lees- eres tú también una espía nocturna de la aurora, pero, por si acaso te dejo en pago (o advertencia) una confidencia mía no escrita para ser publicada:
"Yo no soy de fiar:
Mis armas son letales:
mano tendida y corazón abierto,
la paz sobre mis labios,
la duda entre los dedos,
acíbar sobre el odio.
Yo no soy de fiar
pues si me escuchas
ya nunca gozarás de la dulzura
de esperar a que pase ante tu casa
el cadáver de sal de tu enemigo,
jamás podrás fiarte de ti mismo
y tu propio veneno serás tú,
en mis ojos verás
lo que menos te gusta de los tuyos.
No. No soy de fiar:
Ya sabes que el que avisa no es traidor.
Huye de mí, que aún estás a tiempo.
En su día también yo fui avisado.
Y ya ves lo que pasa al no hacer caso."
Un beso muy fuerte.
Sin palabras.
Lo único que tengo es este abrazo y te lo doy.
Es mi gratitud.
Me permitirías escribir tu confidencia en la pared de mi casa?
Insanity
Insanity:
Lo que yo dejo por aquí escrito lo considero ya como no mío y es del que lo quiera.
Así que... para ti lo rescaté y ya es tuyo.
Ub beso.
No quiero perturbar este espacio.
Los comentarios fueron preciosos.
Uff...hoy tengo un día muy muy endemoniado de trabajo, pero cuando tenga un rato, no os extrañe si a destiempo, y cuando vosotros vayáis ya por otros lugares y otros pensamientos, yo venga a detenerme aquí, a leer despacio, a retener, a apuntar, y si entonces tengo algo que decir, que crea que está a la altura, a compartir algo con vosotros. (Menos mal mi querido Ybris que exageraba en mi percepción sobre lo que escribías sólo cuando leía tus comentarios...Es lo único, pero mi intuición falla pocas veces, y no sabes cuánto me alegro de que en este caso de nuevo haya sido así).
Un enorme placer pasarme por este lugar.
Besos de otra a veces imbécil al alba
Aunque sea por la mañana, también da gusto leerte...
Ybirs, nomás darte un abrazo grande en la distancia, un abrazo que es como si me encontrara conmigo dentro de un tiempo y me lo diera a mi misma.
Ni siquiera puedo desgajar tu post, porque estoy inundada por él y ya casi desbordando lágrimas.
Me recomendaste no leer tu post y no te he hecho caso, cual la advertencia que le has escrito a Insanity, para dársela a quien te parezca que vas a querer mucho y antes que ocurra lo peor, huya.
Muchas veces siento eso que vos has escrito de manera magistral.
Ybris estamos contemplando paisajes parecidos mas allá de las distancias.
Emoción pura esta mañana al leerte a vos y a Insanity en los comentarios.
Besos.
Tu post es bellísimo.
;-))
tampoco yo soy de fiar;
No me empeñaré jamás en dejar huella, ni siquiera estela, prefiero deshacerme sin más, sin eco, por que sé, que sólo con el ínfimo momento del recuerdo puedo ser dolorosa.
Olimpia
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No sé si reflejará mi anterior comentario. Acababa de escribir acerca del respeto a la muerte y decía que más me aterra el dolor. Y como soy una entrometida, te preguntaba, veterano, si en mayo del 68 trabajabas o estudiabas.
Luego te daba las gracias y te pedía disculpas, pero al clicar "intro" salió el maldito "No se puede etc etc...".
Antes no, pero ahora te mando un beso por cuanto me haces disfrutar con tu lectura.
Querida Kofee: No es ningún entrometimiento porque ya di yo pie a ello. En mayo de 1968, con 24 años, trabajaba dando clases y estudiaba Económicas. Todo ello mientras me limpiaba los moratones de las porras de la policía (y de los rasguños de escapar de los cascos de los caballos y de los cañones de agua), intentaba seguir el rastro de mis hermanos detenidos por motivos políticos y aguantaba las amenazas anónimas telefónicas de los pistoleros de la Brigada Social. Y todo ello también mientras a escondidas oía la BBC de Londres para enterarme de lo que pasaba en París.
Te aseguro que no me aburría entonces y, algo antes de la cuenta, la muerte era ya la muerte de los otros.
No querer ver y cerrar los ojos
... y sentir que pasa.
(no me acuerdo se era así, pero lo importante es el sentido)
Lo inevitable es inevitable, queramos o no verlo.
Algún día dejaremos de estar, pero lo importante es lo que hemos estado
rubrico lo que dice aquí mismo Luis y, como tú, le pierdo el respeto a la muerte, para que no sea el marco de nada, pero no le escribo.
un abrazo
Menos mal que tienes tu Jekyll y tu Hyde. Menos mal que escribes lo que escribes.
Nunca muere uno del todo.
Por el hecho de nacer y haber vivido uno no puede desaparecer por completo.
Siempre eres tú.
Y es una suerte para los que te leemos.
Gracias.
Creo que ya eres una institución en mi alma. No en una balda. Así nunca se deja de existir. Eres más que un color en el cielo o un átomo en el éter de los recuerdos. Eres parte de lo que aprendo y lo que soy por ello.
Una vez pensé que sería imbécil (también) por dejar que mis dedos imprimieran las huellas de mis sueños, de decir lo que pensaba, como lo hago ahora. Pero ya no lo pienso, no sé lo que soy, lo que somos y no sé si existe la palabra imbécil para mi. Eres un hombre valiente, eso si, aunque no se nos ocurra pensarlo.
No sé si viene al caso, pero me gustaría dejar entre estos párrafos perfectos, llenos de las corduras de almas verdaderas, un poema de Dulce Chacón, "Querrán ponerle nombre" :
Se encontrarán
el tiempo y el olvido
en un ángulo recto,
en un espacio silencioso y sólo
donde el vértigo se hace
con la línea que deshace la memoria.
Llegarán cada uno por su lado,
el olvido
con las horas muertas en los brazos
y el tiempo,
con los recuerdos por morir.
No habrá allí para ninguno
desde el vértice verán
la extensión blanquísima,
donde desaparecen blanquísimos
los sueños,
sin asco lo verán,
sin sorpresa y sin asco,
sólo un tenue dolor que se insinúa.
Y querrán ponerle nombre.
Dulce Chacón (cuatro gotas)
Un abrazo.
Zz
Cuando la muerte ya se hace presente en la cotidianeidad.
Cuando su presencia nos parece tan cierta como la taza de cafè,
hay ciertas certezas muy poco factibles de ceder.
Nada.
Me he quedado atònita en su espacio tras un rato de leerlo.
Un abrazo sentido.
Pd: comentarios sin desperdicio, me voy con la cabeza gacha, tras evaluar dejar un comentario, es un placer que no me quitarè, ya le digo.
Me levanté hoy temprano, como siempre, con la idea de colgar otro post sobre la amistad.
Como siempre, dediqué una hora a mirarme con los ojos cerrados...
Pero luego (las tres ahora) leí de golpe todos los comentarios y me dije que me habéis desbordado entre todos y...
Como el director de una orquesta tras un concierto en que los instrumentistas se han superado, me retiro hasta mañana pidiendo a quienes la curiosidad o el azar traiga a estas páginas un aplauso para quienes me han hecho el favor infinito e inmerecido de humedecer mis ojos.
Yo crecí sin ese respeto a la muerte, y he tenido que ir ganándolo poco a poco en mi lucha por la supervivencia casi forzada.
Supongo que las perspectivas son sin duda diferentes en las distintas épocas de nuestra vida, y no seré yo quien juzgue cuál es o no la forma de ver la vida o la muerte. Cada uno tiene su propia visión dada sus personales circunstancias.
Y será un vacío enorme, mucho mayor que el título de este blog, el que dejará tu ausencia, tu persona y tus letras.
Será más que un mella en la aurora, y mucho más complicado que tratar de esribir tu recuerdo en las nubes.
Será tan difícil como pretender llenar a base de sentimientos un pozo hueco, lleno de agujeros...
Un abrazo muy fuerte
Curiosa y familiar hornada la del 44.
Un aplauso para toda la orquesta, entonces. Y un ¡viva! para la batuta.
Leo unos bellisimos versos de Brines, siguen otros no menos bellos del autor de éste blog, continúa la belleza en los comentarios...peeeeero me voy triste :-(. Sé que nacemos para morir peeeero vivamos yaaaaaaaa y point.
Curiosamente he subido un epitafio, cruzo los dedos, no es tema de mi agrado.
Te dejo una nube preciosa :-)
Vine esta mañana, pero era tan ínitmo el ambiente por aqui que me entró sensación de burbuja y no quise quebrar su brillo irisado. Volví a mediodia, a masticar despacio todo la intención de tus palabras. Por la noche me llené de significado.
Ahora, vuelvo simplemente para darte las gracias.
Y para dejarte un beso que no te despierte... hasta que dentro de un rato te levantes a mirarte por dentro.
Que tengas un día lleno
Me debió despertar tu beso, porque me he levantado muy acompañado.
Como con las distancias encogidas.
Que el día te trate consideradamente.
Como bien te mereces.
Conocí tu blog por el de Incondicional y tengo que decirte que no se lo que habrás pensado cuando el día se desperezó, sobre el poema que escribiste, pero a mi me pareció precioso, hasta el punto de querer volver a tu página con asiduidad.
Creo que la frase que citas "la muerte empieza a ser la nuestra" se puede aplicar a todos y cada uno independientemente de su edad, la muerte empieza a ser nuestra desde el mismo momento de nacer.
Un saludo
Unas reflexiones muy hermosas en torno a la muerte. Yo también siento que no está lejos.
Ahora lo entiendo....qué egoista fue mi lectura!!!...no me dí cuenta entonces...y hoy soy yo la que humedece sus ojos, con la torpeza de mi error.
No me hagas caso...sólo es el miedo de los años.
Ybris, demasiada muerte acechando, con el dedo acusador del desamparo.
Mejor incitarla a redimirla?.
Por supuesto...pero no la proclamenos a mansalva...sólo invitemosla a entrar cuando le plazca.
Olimpia.
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