9.3.07

El Profesor (segundo de cuatro)

Efectivamente. La repetí una y otra vez. El lunes, aprovechando el decaimiento general de la clase después del fin de semana, logré flotar en el aire durante seis minutos y medio como medida terapéutica para el dolor de espalda. El martes me acomodé casi diez minutos en una esquina de la clase para imaginarme una vagón de metro lleno de pasajeros dotados de largas colas como el mono araña: "¡Por favor! ¿Podría quitar su cola del asiento de su lado para que pueda sentarme? ...". " ¿Sería tan amable de retirar su bolso de mi cola?..." Disfruté leyendo el periódico con las dos manos, sujeto por mi apéndice caudal a la barra de arriba.

El miércoles no pude dar ni una mísera vuelta por las esquinas del techo por tener que estar pendiente de la visita del inspector de zona, pero me resarcí el jueves en que encontré un tranquilo sitio debajo de la tarima para recitar en griego el pasaje de la Odisea en que Ulises clava el madero aguzado en el ojo de Polifemo, mientras un auditorio emocionado hasta las lágrimas cantaba a cinco voces el "Arise o Lord" de William Byrd.

A lo largo de todo el mes fui consiguiendo movimientos realmente astutos y puestos de observación cada vez más rebuscados. La verdad es que desarrollé bastante la habilidad de evadirme y de ver las cosas, situaciones y personas desde arriba con rara perfección y concentración. Pero la inquietud humana es insaciable y mi continua elección de lugares cercanos a las ventanas era claro indicio de mi deseo de salir fuera de la clase, de una añoranza de más vastos horizontes. Largo tiempo rechacé la idea como descabellada, pero, ya se sabe, lo que comienza siendo comezón acaba siendo pared de cárcel. La clase se me quedó estrecha y cada vez me pegaba más al cristal de la ventana de poniente con variopintos pretextos: Una vez fue por imaginarme todas las casas unas encima de otras en una altísima y firme torre y jugar con el efecto de rellenar el espacio libre con césped y florecitas amarillas. Otra fue la disculpa de barrenar una nube con la mirada para ver el efecto Tyndall sobre la polución del aire. Otra, en fin, fue por situar en las capas altas un inmenso globo aerostático donde los dirigentes políticos solucionasen las guerras a cara o cruz sin molestar a nadie: "¡Vaya! ¡Qué mala suerte! Te ha tocado perder el Sáhara! Pero no sé de qué te quejas tanto. Poco llorabas cuando nos tocó a nosotros el swahili como lengua nacional y tuvimos que declarar ilícita la venta de carne de cerdo..."

Decididamente era inevitable que sucediera. Un día, desoyendo todas mis reconvenciones, puse a los alumnos un ejercicio bastante largo sobre clasificación de los seres vivos. Cuando vi que se habían concentrado en él dejé al profesor paseando por entre las filas de acuerdo con un programa de desplazamiento cuidadosamente aleatorio. Salí por una ventana del lado este y me dirigí a los juzgados de Plaza de Castilla para concentrar el tiempo en su interior y que todo funcionase miles de veces más rápido. ¡Qué sorpresa y felicidad la de todos: "No se retire por favor. Dentro de un minuto estará su caso solucionado". "Si quiere interponer recurso, vaya a aquella ventanilla y en minutos tendrá el veredicto" ..."No. No hace falta que venga otro día, espere aquí mismo un instante y tendrá su sentencia de separación conyugal"...

Luego lo mismo en el Tribunal Constitucional. "Espere un instante, por favor... Ese articulo es inconstitucional. Sí. Lo publicaremos en el B.O.E. de las 12:30". "No. Lo siento, la ley es constitucional. No se moleste en decir a los periódicos que ha interpuesto recurso, porque lo hemos resuelto en un minuto"...

Lo pasé en grande. Tanto que casi no vuelvo a tiempo de recoger los ejercicios antes de la clase siguiente. Noté algo raro, pero no hice caso. El sistema de acoplo fue perfecto como siempre. Un leve movimiento y adelante. Pero me pareció oír una reverberación en mi voz cuando dije: "Guardad los bolígrafos y pasad el folio hacia delante..."

22 Comments:

Blogger Chalá perdía said...

Ayyy...cuando tengas dominada la técnica del escaqueo deberías pasearte por aquí un rato.

Y por cómo cuentas, es fantástica tu habilidad con el relato.

9/3/07 6:57 a. m.  
Blogger Maitena said...

¿y el fin de semana nos vas a dejar sin relato? ¿no puedes dejar tu cuerpo en la sierra y viajar a que disfrutemos de tu compañía?
..dentro de unos minutos en ese metro apretujado de gente mirare con atención a todos los señores que leen la prensa...será interesante descubrirte allí colgado....
Hoy no te doy un abrazo ni un beso...te doy mil.

9/3/07 6:57 a. m.  
Blogger sb said...

cuidado con abusar de esas cosas, luego se hacen plieges en el tiempo y acabas matando a tu propio padre o cosas peores ...

9/3/07 9:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tu imaginación es ilimitada: tan pronto te observo como Casper, como hombre araña a una capa pegado (antes a una nariz), o como arquitecto de rascacielos en jardin; me quedo con las observaciones aerostáticas.
Anduve inmersa en tu mundo escapista hasta que te acompañé a los juzgados, y aterricé.

Me queda la duda de si tus alumnos llegaron a conocer esa vertiente. Si así no fuera, se han perdido algo grande.

Un beso, profe!.

9/3/07 10:33 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Ojo con los regresos! A veces alguna molecula se queda sin volver y entonces hay raras interferencias. ¡Jolín, leer colgado por ahí tiene que estar bien! Supongo que lo mismo que has acelarado el tiempo en unos sitios podrás retardarlo en otros: me dejo llevar de personaje -como Isabel Barceló hace en su historias- en ese otro espacio-tiempo a cámara lenta.

¡Agilidad la tuya contando! Mi enhorabuena.

9/3/07 11:00 a. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Quiza sea preciso abstraerse y viajar en el espacio-tiempo para poder conseguir las utopias y el doble saber estar de la insconsciencia.

Supongo que la mágia se halla en nosostros mismos. AHora que lo escribo me doy cuenta, que nunca lo dudé..)

Olimpia

9/3/07 11:20 a. m.  
Blogger DaliaNegra said...

Buenísimo.
Estoy impaciente por saber la prósima escapada y lo que pasará con el acople...¿o no lo habrá?:)))
Besos Ybris ***

9/3/07 12:01 p. m.  
Blogger DaliaNegra said...

Uy,próxima :(
Sorry.

9/3/07 12:03 p. m.  
Blogger Fernando said...

;););)...lo malo es regresar y encontrar que te has ido...y tener que buscarte entre las cabezas que se juntan como una granada...buen fin de semana.

9/3/07 2:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pero bueno, cuántas cosas me tienes que enseñar, profe.

9/3/07 3:28 p. m.  
Blogger Isthar said...

Me tienes que enseñar a hacer esas cosas, creo que he perdido práctica con los años. Y eso que yo tengo una asombrosa capacidad de abstracción, claro que limitada mayormente a lo de conseguir convertirme en invisible que también tiene su táctica, no te creas ;)

Es una delicia leerte.

Un abrazo enormeee

9/3/07 4:02 p. m.  
Blogger libertad said...

me gusta leerte (espero el siguiente)
Un beso y a seguir viajando.

9/3/07 6:25 p. m.  
Blogger manuel_h said...

de haberlo sabido, habría esperado otro par de días y lo había leído entero.
Una fantástica casi metamorfosis, y un sanísimo ejercicio de ciencia ficción entre juzgados.
Esperamos el resto.

10/3/07 1:58 a. m.  
Blogger thirthe said...

estoy por imprimir los relatos y dárselos a mi hijo para que los distribuya convenientemente por las mesas de los profesores. Se darán concentrado el tiempo suficiente para leerlos?

10/3/07 2:02 a. m.  
Blogger Lágrima del Guadiana said...

Yo también quisiera abandonar el cuerpo en la práctica de evasiones tan enriquecedoras...Me pregunto si sabría (o querría) volver después a mi piel...

Increíble dominio de la prosa, aunque no debería sorprendernos...

Espero las próximas entregas...

Besos

10/3/07 2:13 p. m.  
Blogger Melpómene said...

Lo más increíble de todo es lo de los tribunales y el tiempo de resolución, ohhh, para imagianr eso hace falta mucha imaginación. Me ha gustado mucho.

10/3/07 5:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Ybris en prosa!¡Qué sorpresa!
De tener esta posibilidad otros se hubieran ido derechitos a un vestuario femenino. Tú en cambio te vas a acelerar la tediosa administración pública. Estás hecho un superhéroe :)

10/3/07 8:40 p. m.  
Blogger Angeles said...

Tuve que ponerme al día, pero tu exquisita forma de relatar me dejo prendida sin esfuerzo.

Que gran habilidad describes, que ganas de viajar de ese modo en tantos momentos en el que me da la gana estar en otro lado.

Abrazos.

10/3/07 9:45 p. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

Genial Ybris, pude verte, pude vermeeee, me hiciste acordar cuánto añoraba escaparme algunas veces de mis clases.

Ahora ya me escapé definitivamente, pero me hiciste volver exactamente a aquellos días con éstos dos relatos y recordad a algun que otro profesor que yo los miraba cómo se les escapaba la mirada detrás de los cristales en algunas clases y con seguridad que estaban volando detrás de algun pensamiento o algúin poema de Machado.

Aplausos por estos dos relatos impagables en mi mañana de domingo.

Besos

11/3/07 4:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hay una cancioncilla de Ismael Serrano que viene que ni pintada a estos textos "Pájaros en la cabeza"
Espero el tercero...ahora entiendo a cierto profesor que tuve...lo que no supo es que yo también andaba escaqueada ;-)

11/3/07 4:55 p. m.  
Blogger ferfo said...

Esas ventanitas a poniente con la inminenete llegada de la primavera!. Que el perfume de flores te lleve lejos, donde quieras estar.

Besotes

12/3/07 1:43 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Qué ha pasado???? Ayer no tuve tiempo de leer el penúltimo. Y hoy no está... El segundo marca cuatro comentarios y hay muchos más e incluso repetidos... Todas estas cosas siempre me parecen obra de Borges.

13/3/07 11:52 a. m.  

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