26.3.07

¿Pasión por Machado?

Esa pregunta me hace Mnez en un comentario.

Veréis. Primero fue Manuel Machado. De todos los libros que mi padre guardaba en altísimas estanterías y que yo espiaba en busca de ese no se sabe qué que parecía destilarse por los secretos de los mayores tomé una vez un libro, encuadernado a mano, de pastas verdes y hojas amarronadas por el uso. Aparte de que tenía fecha de 1907 y una introducción de Unamuno, me llamó la atención que hubiera subrayados y anotaciones al margen y me dediqué a observar lo que a mi padre le había llamado la atención en aquel libro, seguramente hacía ya mucho tiempo.

Se trataba de poemas, asunto muy lejano a mis intereses de entonces, mucho más propicios a la investigación científica físicoquímica que a la poesía.

En el Colegio no eran infrecuentes los trabajos de memorización que se nos imponían como deberes para las clases de Lengua, siempre con machacones octosílabos de fábulas de Iriarte y Samaniego o los diez cañones por banda o sonoros versos de Rubén Darío y menos con sonetos a Violante o madrigales castos que aprendía sin demasiado esfuerzo. El famoso libro de Las mil mejores poesías de la Lengua Castellana era de uso obligado y todos sabíamos ya abrirlo (¡cómo se les habrían pasado a los enfermizos ojos de la censura de entonces!) incluso a tientas por las coplas del “Dí, panadera” (Después bido la manera/ como el señor rey pasaba/ pedos tan grandes tiraba/ que se oían en Talabera) o los versos de Espronceda (me gustan las queridas/ tendidas en los lechos/ sin chales en los pechos/ y flojo el cinturón…).

A pesar de todo hice un esfuerzo por meterme en aquel ámbito y observé subrayados, junto a unos versos que no me decían mucho pero que demostraban que mi padre tenía más sensibilidad de la que aparentaba (“Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna… / de cuando en cuando un beso y un nombre de mujer,”), había otros que me gustaban (“Al destierro con doce de los suyos,/ -polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga”).

Pasaron los años hasta que un callado profesor de Lengua que veía más que hablaba y sabía mucho más de lo que parecía hizo caso omiso de las manifestaciones de indiferencia al arte por parte de sus alumnos y dijo con su brevedad acostumbrada: “Si no saben qué leer lean La Codorniz, si no saben por qué música comenzar escuchen el concierto para violín de Mendelsohn y si no saben a qué poeta elegir empiecen por Machado”. Me intrigó aquello por el misterio de clandestinidad que parecía envolver a La Codorniz en aquella época pero mencioné que me gustaba “Castilla”, de Machado. Él, entonces, comentó escuetamente: “No. Manuel no. Me refiero a Antonio, el que dijo (Y aquí se le escapó un deje de emoción bajo su capa de sequedad): “Converso con el hombre que siempre va conmigo/ -quien habla solo espera hablar a Dios un día…;/ mi soliloquio es plática con ese buen amigo/ que me enseñó el secreto de la filantropía.”

No mucho tiempo después murió mi padre y yo acordé con mis hermanos que me quedaría -entre otros- con el volumen de las Poesías escogidas de Manuel Machado y un libro pequeño de la colección Crisol que apareció como perdido por detrás y también titulado Poesías escogidas pero esta vez, de Antonio Machado.

La vida me arrastró luego durante años sin pedirme demasiado permiso, pero al final acabé asentando mi trabajo y mi hogar por las cercanías de la calle dedicada en Madrid a Antonio Machado. A diario paso ante la escultura sin concesiones del turolense Pablo Serrano dedicada a él y a cuya inauguración asistí al lado de aquel inmenso Tierno Galván (vuelve, Tierno, vuelve ¿por qué te fuiste?) y palpé la emoción de su voz al hablar del poeta.

Los años han seguido pasando y ese librito de A. Machado, con mil heridas ya, me sigue a todas partes. Él alumbró los primeros pasos de mi secreta poesía y –completado ya con los poemas malditos para la dictadura- me dejaron clavadas sus últimas palabras en el exilio de Colliure en febrero de 1939: “Estos días azules y este sol de la infancia.”

Y es que –entre otras muchas cosas- le debo la fecunda y lúcida sensación de destierro en que la vida responsable a menudo nos sume.

Es entonces cuando uno siente que tiene que suscribir sus palabras:

“Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.”

(Ayer ya he podido comer algo y me encuentro bastante mejor. Gracias a todos)

21 Comments:

Blogger Maitena said...

Celebro que te encuentres algo mejor...no esta siendo buena la primavera.

¿Tu relato? ...¿pasión por Ybris?

Un abrazo.

26/3/07 7:09 a. m.  
Blogger Chalá perdía said...

No sé los recuerdos que tendrán los que no leyeron como primeras cosas a los Machados. En casa recuerdo que estuvo siempre "Campos de Castilla"; los Alvargonzález y lagunas negras me cautivaron para siempre.

26/3/07 9:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

!Qué alegría que ya andes algo recuperadillo! Por ti y, egoistamente, por que los demás te echábamos mucho de menos.

Y ¡vaya regreso!: deliciosa forma de enlazar recuerdos y Machado. Yo confieso que fui desde el principio más lorquiana. Pero igualmente Machado se erigía en la adolescencia como un faro, un maestro, un compañero, a veces secreto: era tan diferente lo que había aprendido en el cole y el instituto y lo que por ejemplo aprendía de Machado con Serrat. Aprendí a leerlo de otra manera, y a leer y conocer ese profundo desprendimiento de todo que siempre anida en sus versos. Destierro, creo que le has llamado al sentimiento. Destierro.

Algún día habrá que reunir todas las experiencias vividas en torno al tomo de las Mil mejores poesías... por tantos y tantos españolitos.ç

Sigue mejorándote. Un beso.

26/3/07 10:11 a. m.  
Blogger UMA said...

Vine a ver còmo estàs, Ybris, y ademàs me encuentro con uno de tus relatos que me sentarìan bien de madrugada con una buena copa de vino en la mano:)
Maravilloso.
Te abrazo y espero sea algo pasajero.
Muchos besos, amigo.

26/3/07 12:21 p. m.  
Blogger Fernando said...

Nos unimos a ti...siempre me llegó más el del olmo seco y quizás el saber que una de las dos Españas seguramente me iba a robar el corazón...un abrazo.

26/3/07 2:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es largo el camino de las lecturas, se comienza sin darse cuenta, yo recuerdo un par de ellos como muy especiales "El Principito" y "La Isla del Tesoro", el primero lo leí en francés, el segundo era de una tía mía, tenía las tapas encuadernadas en tela roja, las hojas también estaban amarillentas y los dibujos de los piratas parecían moverse. A estos dos libros los perdí de vista hace ya muchos años.
Aunque no te lo creas los niños siguen aprendiendo la poesía de manera tradicional con eso de "cien cañones por banda ..." increíble pero cierto.

¡¡¡ay Tierno cuánto se te recuerda...!!! aquí un suspiro 0000

Me alegro te hayas recuperado de tus anginas.

Besossss

C.A. Makkkafu.

26/3/07 2:29 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Me alegra enormemente leer que te encuentras mejor.

Ambos Machados; sublimes. Quizá deba remontarme como tú a ellos y acercarme a un pasado lejano. Adoro cuando a través de tus relatos puedes alcanzar tu ayer y lo muestras firme y envuelto de valores transferibles.

Deseando que siga el alza tu mejoría.

Olimpia.

26/3/07 4:05 p. m.  
Blogger Carz said...

Ybris,

Lo que aquí dices me ha retrotraído a mi época análoga a cuando tu leías las notas al margen de tu padre en el libro de Machado. Esto ha resultado en un comentario demasiado extenso, así que lo he publicado como una nueva entrada en mi blog.

Me alegra que te estés recuperando.
Un abrazo.

26/3/07 4:33 p. m.  
Blogger Pedro M. Martínez said...

Me alegro que estés mejor, Ybris.
Cuídate.
Te neceitamos.
Un abrazo.

26/3/07 5:26 p. m.  
Blogger libertad said...

Has cogido los versos que siempre tengo clavados de Machado. Con Machado empezó a emocionarme la poesía. Esa pureza y claridad que a veces me cuesta, al menos a mí, ver en otros de sus coetáneos con más esfuerzo.
Un beso fuerte
Me alegro de que estés mejor

26/3/07 5:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Veo que tienes un "breviario" como el mío.
Un abrazo

26/3/07 5:58 p. m.  
Blogger . said...

Ybris, me quedo sorprendida, al leer el final de tu escrito. ¿Es que te encuentras mal Ybris?
Hace unos dias que no vengo a saludarte, ya sabes que lo hago cuando el tiempo me lo permite para estar con todos de una tirada, pero a veces me da rabia no venir antes. Deseo que te recuperes del mal que tengas, físico ó moral. Vales mucho amigo Ybris, y creo que todos te necesitamos. Nuestra relación está basada en las letras, y tú mejor que nadie sabes utilizarlas.
Un fuerte abrazo mi querido amigo.

26/3/07 6:58 p. m.  
Blogger Sangre said...

...Antes que nada estimado amigo, mi alegría porque estas mejor de salud, y mi deseo que sigas asi...
Compartimos el gusto por ambos hermanos, y al hablar de Antonio y referirte a ese precioso, "...Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero..." aquel inigualable "Retrato", me recordaste a otro que seguro reconocerás de inmediato y que personalmente también me encanta que decía: "...Y yo me iré. Y se quedaran los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán como esta tarde estan tocando, las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el ricón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu, errará nostálgico..." que sabor cuando el sonido, el olor hasta el ruído de los carros por las callejas de piedra resuenan con tanta fuerza en un instrumento hecho de letras y sentimiento...querido Ybris, estimado profesor...ponte bueno del todo, que por aqui, como vés, se te echa de menos...
Un fuerte abrazo. Carlos.

27/3/07 2:27 a. m.  
Blogger Chalá perdía said...

Cuídate, besetes y un abrazo fuerte.

27/3/07 7:18 a. m.  
Blogger Caminante said...

A ver, lo primero, que no sabía que te encontraras mal, ¡cuídate y adelante!
En cuanto a Machado, yo entré en la llamada literatura seria a los 16 años, gracias a una profesora que nos recomendaba libros. En los restantes: comics, tebeos, novelas del oeste y de amor ...y todo lo demás, lo tuve siempre a mano, porque mi padre vendía y cambiaba tebeos y era lector empedernido de las "del oeste".
Abrazos ... para todos. PAQUITA

27/3/07 8:57 a. m.  
Blogger sb said...

yo siempre me he llevado mal con la poesía, no sé leerla, me atasco con ella.. peo reconozco que la voz de Machado, esa voz triste y aspera (o al menos es como imagino sus poemas), es la mejor forma de expresar los sentimientos...

27/3/07 1:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sabía de tu "pachuchez", pero me alegra tu mejoría.
Bueno lo de tu profesor, buenos mis tiempos lectores de La Codorniz y mejores los concursos de dicción de poemeas (Machado y otros) con los que nuestra profe se empeñaba en endosarnos. Años más tarde todos lo agradecimos sin excepción.
Besotes

27/3/07 5:22 p. m.  
Blogger Patricia Angulo said...

Lo que has dejado entre paréntesis me ha hecho releer entre los comentarios anteriores, espero que te sientas bien ahora :)

Y emocionadisima con tu relato del amor hacia Machado, me encontré con esa frase que te define tanto y ahí nomas me salieron las lágrimas.

Besos y que andes bien!

27/3/07 8:58 p. m.  
Blogger manuel_h said...

cuando te leo estos trocitos de memoria, me da completamente igual que hables de machado o de las cucarachas: me encanta tu prosa, tu forma de narrar, es genial!

29/3/07 12:11 a. m.  
Blogger animalpolítico said...

Enhorabuena por tu sensibilidad y por tu dominio de la lengua y del relato. Haces que lo vivamos como memoria propia.

Machado también me marcó a mí. Pero yo también fui más influido por Lorca. Aunque soy muy ecléctico y me llegó también Valle Inclán, y Neruda, y...

Gracias por tu trabajo y ánimo en tu recuperación. Esto es sin duda una buena medicina.

1/4/07 5:47 p. m.  
Blogger Angel said...

He visto el artículo y me ha encantado.
Quiero aprovechar para invitaros a visitar mi web sobre el poeta:
www.antoniomachadoensoria.com

17/5/07 12:53 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home