Una mirada sin palabras.
como al fiel diccionario que las suma.
Pero no a las miradas.
Lo descubrí una vez cuando el destino
cruzó las nuestras al azar de un día
después de haber mirado al mismo sitio
con devoción de éxtasis.
Todo ha ido pasando con los años
pero recuerdo aún aquellos ojos
como ávido pincel que dibujaba
la exacta y exhaustiva desnudez
de un alma sin recato vencida y entregada.
La vida cotidiana oculta siempre
esos impactos que un día nos hirieron.
Mas luego, con el tiempo,
cuando el silencio dice su verdad
sin nadie que confunda entrega por derrota,
sabes bien que el recuerdo de ese día
tendrá forma de lágrima
en el álgido instante de la ausencia
del primero que marche de los dos
y forma de consuelo
cuando el fin dé la paz
a los ojos, tan cansados, del segundo.
(Así se me vino ayer –insomnio aún de respiración costosa- con la bruma del amanecer difícil mientras el robledal y la montaña se iban crucificando en los cuatro cuadrantes de la ventana este).
20 Comments:
Buenos días!!!. Siempre hay una mirada que recordar...
Esperaba con avidez la mañana para leerte, te has convertido en mi desayuno, cada día sorprendes de una manera distinta, unos días con chispa de humor y hoy con este deje de melancolía…. melancolía compartida en esta mañana de otoño donde el cuadrante de mi ventana deja ver unos viejos pinos en la orilla de un barranco.
Otro beso para ti
El poema es hermosísimo y verdaderísimo, todo él. Pero además hay algunos pasajes especialmente importantes:
"A las palabras se acostumbra uno
como al fiel diccionario que las suma."
"La vida cotidiana oculta siempre
esos impactos que un día nos hirieron.
Mas luego, con el tiempo,
cuando el silencio dice su verdad
sin nadie que confunda entrega por derrota..."
Casi siempre veo en tus textos una larga mirada que hiende en profundidad el transcurso.
Un beso.
P.D. Veo que la recuperación es larga. Cuídate mucho.
Qué mágica tu mirada, esas de las que debe ser dificl olvidarse.
No sé si por lo que dice o por lo que calla, pero hay magia en tu mirada.
Besos
Yo que sólo he vivido mi vida, y a veces ni me he dado cuenta de ella, siento el paulatino poder de las palabras y también de los silencios...las miradas también llegan a tenerte prensado de sus invisibles manos...dejemos amigo que el tiempo inexorable culmine su partida, mientras tanto juguemos no hay mayor triunfo que el saber de antemano que la derrota esta segura...un abrazo, no quiero ser un punto de tristeza en las palabras, quedemonos con que también esto es un juego...te deseo lo mejor y pronto!
todavía respiramos mal? eso se arregla en breve, ya lo sabes.
Y los recuerdos es lo que tienen, que se esconde, a veces bien, pero pocas veces se pierden del todo.
un abrazo
"...Mas luego, con el tiempo,
cuando el silencio dice su verdad
sin nadie que confunda entrega por derrota..."
Me quedo con ésto. Me fascina como escribís Ybris, ya te lo dije, no?
Besis, muchos, de principio de semana!!!!
Las miradas bien realizadas son fruto de recuerdo para toda la vida. La condenada rutina aplasta cualquier atisbo, pero el corazón y la memoria, hacen el resto.
"A las palabras se acostumbra uno...a las miradas, no". Es posible. Es posible. Bueno, no sé muy bien si no se acostumbra uno, o si aunque uno se acostumbre, no se olvidan...Palabras que invitan a la reflexión. Gracias
Un beso fuerte. Y espero que sigas mejorándote.
Aún no nos acostumbramos a vivir
tenemos que partir.
Mírame, mi amor.
Digámonos... adiós.
Chuff!!
(Es una gozada leerte)
...Visto que mi hermano en gran estima te tiene...por aqui me dejé caer...y visto lo visto, que me quedaré, por tu casa un tiempo, acertado y bien cuadrado, me ha gustado la calida y generosa tinta de tus formas, de muchos otoños te estas mirando para esa calma...un abrazo...
Ybris; a veces pienso que no he perdido la esperanza ingenua de descubrir en cada mirada "un mundo" y me afano en ello cada día. Y sabes...así ocurre, aún me sorprendo cuando en los ojos cansados puedo ver, en el fondo, alegría, deseo, sosiego...
Quizá debería mirar los míos.
Olimpia.
Esos son ojos que miran y ven lo que no miran los ojos. Miran el alma y Amén.
nostalgia de no estar allí cuando suceda...
Ciertas palabras las tuyas, esas a las que me gusta haberme acostumbrado...
precioso lo escrito.
saludos
Bueno, maldito insomnio, de acuerdo, pero entonces... bendita bruma!!
Animo: queda menos para oler el aroma de la montaña.
Yo aún no me he acostumbrado, ni lo haré, a esa forma en que tú miras. En que tus palabras cuentan lo que has visto sin haberte acostumbrado.
Y lo disfruto.
el tiempo nos da un mensaje: somos los que están, pero los que no están también.
un abrazo,
sergi
Ánimo amigo. Vuelvo a estar cerca de ti, así que recibirás el fulgor de mis deseos con más ímpetu y acierto.
Un abrazo, ciego pero entero.
Chuff!!
En efecto, uno no se acostumbra a las miradas, ni siquiera a aquéllas que fueron congeladas en una fotografía.
A menudo, al volverlas a contemplar, se descubren nuevos matices, estados de ánimo e intenciones.
Un abrazo.
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