Rastros sin huellas
el alba que me acoge como labio.
Abro la ventana invisible y fosca
para que entre el vacío como ruina,
algo de lo que queden sólo restos
amables nada más por lo que fueron:
quizás desilusión y desencanto
pero también nobleza y lealtad.
Cuando todo termine se borrarán las huellas
y acaso sólo quede
la extraña sensación de haber pasado.
Quizás como morir
sabiendo que por fin hemos vivido.